El mundo está cambiando rápidamente desde el punto de vista económico, energético y sobre todo la forma de la convivencia del homosapiens, en función de la calidad de la salud en las regiones que han sido menos afectadas, y que tienen una mejor condición en poder hacer frente ante una selección natural eminente actual, y que depende de las formas en cada país el cómo hacer frente.
Un punto de referencia actual es Cuba, por décadas ha tenido desplazamientos de personas, y esto ha dado lugar, que en la semana pasada tuvo un foro empresarial[1]; donde ha visualizado que la inversión pública, por sí sola no genera economía, al estar en forma estacionaria cíclica, y para poder cambiar, necesita captar dinero extranjero para tener crecimiento y cubrir el mercado, y a donde indicó “la apertura a el acceso a financiamiento externo, para la creación de nuevas fuentes de empleo y la captación de mayores ingresos” y “autorizar el establecimiento de Empresas de Capital Totalmente Extranjero”, esto con el único fin de poder parar la salida de más personas de la isla.
Todo mundo está hablando de los datos macroeconómicos como son el tipo de cambio, el producto interno bruto, inflación, canasta básica, empleo, entre otros, pero nadie está preocupado en forma directa y tácita, sobre cómo las familias podrán llevar una correlación paralela con el crecimiento de su nación, a un nivel en que cada una de ellas, puedan tener acceso a lo básico para sobrevivir.
Sí, aumentan los salarios mínimos, hay planes para desarrollar infraestructura por medio de inversiones publica-privadas, hay ideas de cómo hacer frente al cambio climático, existe una noción del cómo hacer una transición energética de largo plazo, en función de la cantidad de dinero disponible para realizarla, y que existen dos bandos actualmente quienes pretendieron eliminar a los combustibles fósiles, y los que lograron que esta transformación sea en forma progresiva. Pero habrá un fenómeno que, en el 2022, será acentuado en forma definitiva, y no podrá ser parado por el mundo, y es en el que cada día la gente se está desplazando a regiones que puedan darles una mejor calidad de vida, trabajo para incrementar el poder adquisitivo; yendo a ciudades dentro de su propio país, o migrando a países, en que la moneada tenga un valor mayor, en referencia a su nación de origen.
Esto traerá como consecuencia una desintegración mayor de familias, incremento de mayor demanda de energéticos, productos, servicios, y todo lo que conlleve a tener que gastar más para poder cubrir la demanda interna de una ciudad o país. ¿Pero tendrán la capacidad económica para realizarlo?
En las últimas décadas las migraciones fueron de las zonas rurales de un país a ciudades, y de las ciudades a fuera de los países, este fenómeno que lo llamo “crecimiento exportador”, deriva en que cada persona no tiene lo que cree que debería tener. Hoy cada día es más complicado tener acceso a un futuro.
Analizando el contexto anterior, podemos redirigir que el desplazamiento humano está mal entendido, todo lo ligamos a la migración, pero en la realidad de acuerdo al Centro de Monitoreo de Desplazamiento Interno (Sus siglas en ingles IDMC), de los “refugiados fueron desplazados internos antes de traspasar una frontera internacional, aunque solo fuera por un reducido lapso temporal o durante el tránsito; en segundo lugar, los desplazados internos son candidatos por excepción a convertirse en refugiados o migrantes transnacionales[2]”.
El Centro indica que “La gran mayoría de las personas que abandonan sus hogares huyendo de la violencia, los conflictos y los desastres no llega a cruzar las fronteras internacionales. En los últimos años, el número de desplazados internos por violencia y conflicto armado ha duplicado aproximadamente al número de refugiados, y la brecha entre las estimaciones para ambos grupos no ha dejado de aumentar en las últimas dos décadas. De los 65 millones de desplazados forzados que hay actualmente en el mundo, 40 millones (más de un 60%) son desplazados internos. Aunque las razones de desplazamiento son exactamente las mismas que las de los refugiados, el sufrimiento de los desplazados internos queda prácticamente en el olvido debido a que permanecen en su país de origen. En este sentido, los desplazados internos constituyen la mayoría invisible entre todas las personas desplazadas”.
El centro ha determinado siete áreas que afectan a una economía el desplazamiento de las personas[3]: Vivienda e Infraestructura, Seguridad, Redes de apoyo social, Medio Ambiente, Educación, Salud, Medios de subsistencia. Es a donde los países determinan qué tipo de migración podrán tener, derivándola en dos sentidos desplazamiento humanitario o económico, y como estamos viendo la situación actual, muchos abrirán paso a la segunda con ciertas restricciones, normas y, sobre todo, aquellos que quieran estar deberán demostrar una capacidad intelectual que ayude a la economía a donde pretenden estar.
A partir del 2022 quedará en el olvido poder absorber los gastos de individuos que buscan la protección, ahora se antepondrá en qué puedes contribuir a mi economía, y esto los países lo tendrán claro, derivado que al tener una mayor gente deberá ser parte integral del PIB, pero ahí estará la forma como cada política pública de cada nación integrará a los individuos demostrando el por qué aportan y justificar el tiempo que podrán estar.
Visualizo que veremos economías de mediano plazo, y que permitirán la entrada de mano de obra calificada, científica y tecnológica, ante la carrera ya no armamentista como era antes, sino de índole tecnológica, salud y energética para poder hacer frente al futuro ante el crecimiento demográfico en el mundo.
Resumiendo: Cuando una persona desplazada en forma interna o externa, tiene que dejar su casa, y buscar a un lugar a donde vivir, ¿Tendrá el acceso para pagar la renta? o ¿Cómo resolverán esto?, tendrá que ir a un centro de ayuda, y quién paga esto último para que opere. Habrá que determinar, el cómo fueron desplazados por la violencia, guerras, conflictos o falta de empleos, y es donde las redes de apoyo social, tendrá la capacidad suficiente del cómo reaccionar ante un incremento en el volumen de personas, y al solo poder cubrir una parte, el resto cómo queda dentro de la sociedad. Esto crearía una tensión en la ciudades, países o regiones, a donde lleguen los desplazados debido a que tienen que proteger, cuidar y mantener el orden público. Una vez establecidos estos tendrán acceso a salud, educación y la forma como poder subsistir, por medio de un trabajo o programas que los ayuden en cierto tiempo. El incrementar el número de personas a un lugar geográfico, incrementa la necesidad de energéticos, y al mismo tiempo incrementa el problema ambiental, ¿El entorno, tendrá la capacidad económica para cubrir esta demanda? Muchas preguntas sin contestar.
A todo esto: ¿Quién? ¿Cuánto? ¿Cómo? en cada país deberá invertir en tiempo o dinero, para que no sea afectada su economía, si hoy en día en muchos países la gente no puede ni poder cubrir la canasta básica, y cada persona está pasando a ser más pobre en la forma laboral y en el hogar. Los desplazados podrán reintegrarse, y vemos un aumento en las zonas rurales con menor población, y los países perdiendo su identidad por las personas.
[1] Cuba foro empresarial https://twitter.com/economiaoil/status/1466022681942368258?s=20
[2] Desplazamiento sus origines https://www.internal-displacement.org/sites/default/files/inline-files/20171113-intro-cross-border-sp_0.pdf
[3] Afectaciones económicas https://www.internal-displacement.org/sites/default/files/inline-files/20180827-idmc-economic-impacts-intro-sp_1.pdf