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Análisis
El invierno ha llegado al hemisferio norte y con él llega la amenaza de tormentas de nieve y olas de frío, que pueden suponer un riesgo importante para el suministro energético. En Texas, las probabilidades de que ocurra una emergencia energética en los meses de invierno han aumentado a medida que los fenómenos climáticos extremos se han vuelto más frecuentes e intensos y la población y la economía del estado han experimentado un auge.
El estado de la Estrella Solitaria, llamado así por su historia como república independiente antes de unirse a los EE. UU. como el estado número 28 en 1845, se ha vuelto cada vez más vulnerable a condiciones climáticas excepcionalmente frías en los últimos años. El estado acaparó los titulares en febrero de 2021, cuando un fenómeno meteorológico severo precipitó una helada profunda que paralizó las plantas de energía y las unidades generadoras, provocando apagones generalizados y un aumento vertiginoso de los precios de la gasolina. Millones de residentes se quedaron sin calefacción ni electricidad y, como resultado, se perdieron muchas vidas.
El estado acaparó los titulares en febrero de 2021, cuando un fenómeno meteorológico severo precipitó una helada profunda que paralizó las plantas de energía y las unidades generadoras, provocando apagones generalizados y un aumento vertiginoso de los precios de la gasolina.
En diciembre de 2022, otra tormenta invernal provocó un déficit en el suministro de energía, ya que la demanda de electricidad fue mucho mayor de lo previsto . Si una tormenta similar vuelve a azotar en el invierno de 2023-24, Texas enfrenta un 20.6% de posibilidades de sufrir una emergencia energética y un 16.8% de posibilidades de cortes rotativos de energía, según el último pronóstico de enero . Esto refleja una mayor probabilidad de emergencia energética respecto a lo previsto para diciembre de 2023.
Además de los fenómenos meteorológicos extremos, el rápido crecimiento de la población y la pujante economía contribuyen al aumento de la demanda de electricidad. El modelo energético único de Texas atrae a más residentes y empresas al estado, el segundo más poblado después de California. A diferencia de otros estados de EE. UU., Texas tiene su propia red eléctrica independiente administrada por el Consejo de Confiabilidad Eléctrica de Texas que suministra el 90% de la carga eléctrica del estado y no está sujeta a regulación federal.
Gracias a la desregulación, Texas ha aumentado su generación de energía, las tarifas eléctricas son más competitivas y la combinación energética es más diversa. Debido a esto, el estado ha sido un imán para los desarrolladores de energía renovable y ha visto una afluencia de mineros de bitcoins y operadores de centros de datos que buscan aprovechar su energía relativamente más barata y limpia. Esto ha elevado la demanda y el uso de energía, lo que puede provocar cortes de generación térmica . Como parte del suministro de energía del estado proviene de la energía eólica, solar y otras fuentes de energía renovables que dependen del clima, también están limitadas en términos de la electricidad que producen. Todo esto contribuye a la escasez de suministro en el mercado energético desregulado del estado.
A medida que llega el invierno, todos los ojos están puestos en ERCOT y la confiabilidad de la red eléctrica del estado
Tener una red eléctrica independiente también tiene desventajas. Debido a que la red operada por ERCOT está en gran medida aislada de la red nacional, su capacidad para importar electricidad a través de las fronteras estatales es limitada. Esto puede hacer que el estado sea vulnerable a cortes de energía y fallas de generación durante condiciones climáticas adversas. Para garantizar una disponibilidad adecuada de recursos, será crucial preparar las plantas de energía a gas para el invierno y aumentar la inversión en almacenamiento de baterías para respaldar la capacidad renovable .
A medida que llega el invierno, todos los ojos están puestos en ERCOT y la confiabilidad de la red eléctrica del estado . Desde la tormenta invernal de febrero de 2021, se han implementado reformas regulatorias y legislativas para ayudar a evitar que se repita el desastre . ERCOT ha tomado medidas para salvaguardar la confiabilidad de la red, incluidas plantas de energía a prueba de invierno , utilizando energía de reserva, poniendo en línea más generación antes, fomentando la inversión en generación despachable y pidiendo a los clientes que conserven la electricidad .
Si bien se espera que la capacidad de generación sea suficiente este invierno, la posibilidad de cortes de energía aún está presente debido al clima impredecible. A medida que se aceleran los efectos físicos del cambio climático, la lucha por prevenir otra crisis energética plantea problemas a largo plazo que requieren soluciones sostenidas en el tiempo.
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