En la búsqueda de un futuro sostenible, la eficiencia energética se ha convertido en un tema central para América Latina y el Caribe. Si bien la región ha logrado avances significativos en la incorporación de fuentes renovables en su matriz energética, el avance en la eficiencia energética es aún desigual entre los países de la región y requiere de un impulso decidido.
La Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) reconoce la importancia de este tema. La eficiencia energética es fundamental para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible número siete, que busca duplicar la tasa de eficiencia energética para 2030. Para lograrlo, se requiere una mayor cooperación internacional y un aumento en la inversión en infraestructura y tecnologías apropiadas.
Uno de los desafíos clave es la falta de una base de información sólida que respalde las políticas públicas y la planificación en eficiencia energética. Muchas veces, las acciones se implementan de manera aislada y carecen de evaluación y monitoreo efectivo. Es necesario contar con indicadores comparativos a nivel regional que permitan medir y mejorar la eficiencia energética en diferentes sectores de consumo.
La presencia de subsidios en los precios de la energía también es un desafío importante. Estos subsidios dificultan el incentivo para que los usuarios, tanto residenciales, como industriales. Es necesario repensar estos subsidios y establecer señales de precios claras que fomenten la eficiencia.
El desarrollo de un mercado competitivo de empresas ESCOs (Empresas de Servicios Energéticos) es fundamental para promover la eficiencia energética. Además, es necesario mejorar la información y la concientización de la comunidad sobre los beneficios de la eficiencia energética.
El acceso al financiamiento también es un desafío significativo. La implementación de medidas de eficiencia energética, especialmente a nivel industrial, requiere inversiones importantes que a menudo no encuentran opciones de financiamiento adecuadas. Es necesario establecer mecanismos de financiamiento que se adapten a las necesidades de proyectos de eficiencia energética a largo plazo.
La debilidad normativa e institucional es otro desafío que enfrenta la región. Aunque muchos países cuentan con normativas y regulaciones ambiciosas en eficiencia energética, a menudo falta una institucionalidad sólida que las respalde y permita evaluar y ajustar las medidas implementadas.
Para abordar estos desafíos, es fundamental trabajar en diferentes sectores. El sector del transporte, como el mayor consumidor de energía en la región, requiere una atención especial. La industria y el sector residencial también tienen un gran potencial para mejorar en este ámbito.
La Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) está comprometida en avanzar esta agenda para lo cual impulsaremos el objetivo de comprometer una meta regional de eficiencia energética que permita movilizar la voluntad y esfuerzos públicos y privados que permita avanzar en esta materia.