Al menos 7.5 millones de luminarias deben cambiarse para mejorar el alumbrado público, tanto en percepción de seguridad como de eficiencia energética, que al final impacta en una disminución del gasto presupuestario de los municipios principalmente, señaló Héctor Ledezma Aguirre, director de Fomento, Difusión e Innovación de la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE).
Durante su participación en la IV edición del Congreso de Eficiencia Energética y Energías Limpias 2024 (CEEEL 2024), dentro de ExpoEléctrica, organizado por Factor Energético y ENTE Consultoría realizado hace unos días, calculó que necesitamos modernizar cerca de 3.6 millones de luminarias incandescentes, alógeno, de todo tipo y/o antiguas. Pero hay otro grupo que tiene más de 14 años que se deben sustituir para un total de 7.5 millones.
Adicionalmente, los nuevos nodos de luminarios que se cambien deberán estar preparados con suficiente capacidad para hacer mediciones a través de sistemas de que permitan mejorar la iluminación de las calles.
El director de Fomento, Difusión e Innovación de la CONUEE, indicó que el alumbrado público se ubica como la segunda problemática de las ciudades, después de baches y avenidas.
El costo de proveer el servicio de alumbrado público es elevado ya que el nivel de gasto operativo de un municipio tiende a ser elevado y es equivalente a aproximadamente 85.6% de sus ingresos operativos, en promedio de acuerdo a Fitch Rating.
En 2022, CFE facturó cerca de 15.4 mil millones de pesos por concepto de alumbrado público.
El servicio del alumbrado público es prestado en México por las 2,458 autoridades municipales. Se estima que hay 12 millones de sistemas de alumbrado público instalados en los municipios y, consumen el equivalente al 2% del consumo de energía eléctrica nacional.
De los 12 millones de sistemas de alumbrado público instalados en los municipios, 8 millones de ellos se encuentran instalados en postes de la red de distribución de la CFE.
Esto genera deficiencias en la calidad del servicio: la distancia y altura entre postes de la CFE es mayor a las consideradas para una adecuada instalación de alumbrado, dando lugar a deficiencias en el nivel de iluminación de las vialidades.
Además, destacó, el ahorro de energía por mejorar en los sistemas de alumbrado en México se ubica entre 20% y 89%, lo cual varía según la tecnología instalada en cada municipio. Incluyendo telegestión.
Para los alcaldes, los proyectos de ahorro de energía les permiten: reducir el consumo de energía y la factura eléctrica por este servicio para liberar presión a la hacienda local; disminuir el número de fallas de los sistemas existentes; generar mejores condiciones en materia de seguridad en zonas inseguras que no contaban con una iluminación adecuada.
El funcionario citó un ejemplo del Proyecto piloto de telegestión en alumbrado público, el cual tiene el objetivo de Identificar los aspectos claves en la instalación y operación de sistemas de telegestión en sistemas de alumbrado público en México, para apoyar un despliegue ordenado, de calidad y con alto desempeño de la tecnología en el país.
En dicho proyecto se detectó una mejora del 10% en la medición, y se identificaron 20% de conexiones ilegales. De igual Modo detecta la calidad de la energía; en tanto que los niveles de exactitud de las mediciones son aceptables.
Los sistemas de telegestión son capaces de medir, registrar, transmitir y almacenar el consumo de energía eléctrica, en intervalos de tiempo de un sistema de alumbrado público o de un conjunto de sistemas. De esta manera, se tiene exactitud de las mediciones del consumo de energía.
Con el sistema de telegestión se identificó la pérdida de conexión entre el radio concentrador (Gateway) y los nodos de telegestión, y bajo voltaje y factor de potencia fuera de sus valores de operación nominales.
No obstante, reconoció que en sistemas de telegestión hay aún áreas de oportunidad en materia de legislación, normatividad, conocimiento, y economía; pero representan una alternativa viable de gran impacto para mejorar el alumbrado público tanto en percepción de seguridad como de eficiencia energética.