En México, el 36.6% de las PyMEs son propiedad de mujeres, mismas que operan y administran estas empresas, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
A pesar de que la cifra aún dista mucho del ideal de inclusión de género, lo cierto es que cada vez son más las mujeres que emprenden y hacen crecer su proyecto.
No obstante los desafíos del ecosistema, las mujeres que son madres tienen frente a ellas una gran escuela de emprendimiento. Pareciera que la maternidad y el emprendimiento son cosas opuestas, pero las habilidades que desarrollan las madres en su día a día son clave para impulsar una compañía.
“A pesar de que aún persisten cargas simbólicas y de la sociedad que minan el camino del emprendimiento para una madre. Sus habilidades se asocian con perfiles de alto rendimiento en el sector empresarial. Su capacidad de administración de gastos, incluso de negociación, las hace grandes candidatas para emprender”, señala Bernardo Prum, Managing, Director de Creze, plataforma que ofrece préstamos en línea para pequeñas y medianas empresas en México.
En el marco del Día de las Madres, Creze brinda 4 razones por las que las madres son las mejores emprendedoras:
1.- Administración del tiempo impecable.
El emprendimiento requiere de hacer valer el tiempo que se dispone. Y precisamente una mamá sabe perfectamente de esto: estructurar la agenda de un día para acomodar sus pendientes personales y profesionales con las distintas actividades que se requieren para que un hogar funcione adecuadamente, desde realizar las compras de la despensa semanal hasta gestionar el trabajo y actividades extracurriculares de sus hijos.
2.- Control óptimo del gasto.
“La administración es la clave de un negocio. Tener claridad y transparencia sobre lo que ingresa y lo que se necesita gastar para llevar a buen puerto una empresa, tanto en momentos de abundancia como en temporadas de crisis. Cualquier mamá conoce estas dinámicas para hacer rendir los presupuestos familiares”, apunta Prum.
Una buena gestión del gasto corriente del hogar es prueba del poder que tienen las madres para hacer valer los ingresos con los que cuenta una familia.
3.- Negociadoras de lujo.
Pero las capacidades de una mamá en el hogar no se reducen a administrar adecuadamente recursos escasos frente a necesidades. Las madres han desarrollado también soft skills que suelen ser fundamentales para el emprendimiento; particularmente cuando de negociar se trata. Desde que los hijos comienzan a hablar, una mamá aprende a negociar, con escucha atenta y límites claros, para procurar la armonía de la convivencia familiar.
4.- Habilidades extraordinarias de resolución de problemas.
Una mamá se vuelve una maestra en el arte de solucionar problemas. “Es como el clásico de la cartulina o la maqueta en domingo por la noche, una mamá se curte en brincar obstáculos todos los días para apoyar a sus hijos en todo lo que pueda”, concluye el Managing Director de Creze.
Un emprendedor, asimismo, debe desarrollar una agilidad mental extraordinaria y creatividad para sortear cualquier desafío o imprevisto que se presente en la cotidianidad de un negocio que se encuentra en expansión y desarrollo.