Hace más de cinco décadas que tengo de vida, he escuchado a mis familiares, medios, sociedad, y ahora en el presente, en que cada administración que tiene un tiempo definido, y que tiene el poder, ha estado y estuvo comprometida para convertir a México, en ser un país desarrollado, y eliminar la desigualdad en todos los sentidos. La realidad, es que continuaremos como estamos hoy día, en el pasado para el futuro, y mi sentido común, no lo vera durante el resto que me quede de vida.
El problema radica, en que no nos consideramos como una familia, con un objetivo en común, y donde lo principal adjetivo utilizado, es el “YO”, colocado sobre un valor posesivo sobre el todo, desde el punto de vista ideológico y político del cómo influir en las masas, pero esto tiene un tiempo finito, y será demasiado tarde en poder corregir el rumbo.
Hemos tratado en las últimas tres décadas, en el poder tener una metamorfosis, pero nunca lo hemos podido lograr, hemos tenido el adjetivo de país en vías de desarrollo, emergente, y subdesarrollado, pero siempre estamos en el purgatorio económico, y hoy estamos alejándonos cada día de dejarlo.
Nuestra meta, debería se poder llegar más allá de, pero la realidad indica que no existe una visión en común como familia, y esto deriva a que cada administración, generaciones y sociedad, no creamos una morph, en una estructura real del futuro en el presente del todo, desde un punto de vista de crecimiento en conocimiento, tecnología, económico y evolutivo en el ser. Siendo nuestra falta de osis en acciones concretas y reales. Al no dejar al poder de la transformación, afuera del haber con el tener a ideologías políticas, y que no son consensadas entre todas las partes por una sociedad. A todo le queremos condimentar con demagogia.
En esta actualidad, todo el mundo esta queriendo cambiar el “YO”, por la palabra “TU”, pero este última está siendo mal empleada, y cuesta en muchos recursos económicos, al no tener un consenso real a lo que el país requiere.
Actualmente estamos usando al Tu, sin acento, bajo el concepto de un adjetivo posesivo, y que indica que algo es propio o particular de alguien, indican a la sociedad: Tu economia esta creciendo, Tu eres feliz, Tu familia no es pobre, Tu negocio esta creciendo, Tu empleo es seguro, Ese es tu problema, no el mío. Es decir, estamos hablando en forma unilateral, sin confirmar ¿Cuál es la realidad?
El mundo no está incomunicado, y la mayoría de las cosas son sabidas en un momento del tiempo. México no tendrá una metamorfosis real, hasta que no empleemos, al Tú, con acento, y que deber ser empleado como un pronombre personal, para referirnos a la persona con que hablamos, y nos comunicamos; al incluirlas en las decisiones reales que afectan en forma directa su lugar en el espacio-tiempo, en la sociedad que son parte. Sería bueno tener frases como: Tú tienes un gran sentido común de la realidad, Iremos tú y yo en mi administración, ¿Tú quieres ser parte del plan del país conmigo? Tú cuentas con la sabiduría necesaria, Tú tienes el don de escuchar, Puedes comprobarlo tú mismo si lo deseas.
Los números, y la realidad, son dos fuentes de sabiduría que indican si involucras o no, a una persona dentro de una economía, podrían decirnos que somos felices, y TU realidad es otra.
El 2021, debió ser la parte del asentamiento de las bases para el futuro, al igualar a todas las economías, en cuanto a la movilidad de las personas, productos y relaciones comerciales locales o fuera de estas. Las naciones, que ha podido salir en forma rápida; ha sucedido en aquellos países, en que adaptaron su misión de largo plazo anterior, a una visión del mediano, dejando en el corto plazo a la adaptación rápida, para poder hacer frente ante cualquier cambio económico principalmente.
En México, hemos perdido la oportunidad de nueva cuenta, ante una situación mundial, a no arriesgar para mejorar a la calidad de vida de cada persona, al colocarnos en un punto del tiempo, en igualdad de decisiones del rumbo del deber tomar a nivel mundial, y en el definir a dónde dirigirnos. Hemos aislado de nueva cuenta al sentido común, y hemos perdido más de 365 día en el Yo, y en los cuales, no definimos en qué parte de la cadena estaremos en el futuro en las relaciones comerciales. Hemos vuelto estos últimos meses, en una refrenda interna de demagogias políticas e ideológicas, y que en la realidad no incrementan el conocimiento, poder adquisitivo y mejorar la vida de cada individuo en este planeta.
El hombre hoy día evoluta, no en un plano bidimensional, si no tridimensional, no solo en el tiempo, si no en el espacio, y adonde homosapiens ya no tiene limite dentro del globo terráqueo.
En 2022, tendremos un dinero más caro para usarlo, inflación estacionaria, inversiones en nuevos sectores, como la recuperación o eliminación del dióxido de carbono, mejorar la calidad del aire, nuevas fuentes de conocimiento para el futuro y empleado nuevas tecnologías. A partir este tiempo tendremos a economías camaleónicas, y que dejarán a un lado la demagogia ideológica-política, al requerir al dinero por el colapso de su economía, derivado de la falta de una propia innovación tecnológica. Debiendo en realizar nuevos acuerdos comerciales, cuyo objetivo deberá ser para la aceleración del futuro en el presente, el cual requería cantidades de dinero, y que dependerán, si hay una correlación entre la inversión pública y privada. Hacerlo por una sola vía, crearía colapsos, y retrasos. El mundo será más regulado bajo hábitos concisos del cómo, y antepondrán no una ideología social en el individuo, si no proporcionar las herramientas necesaria para poder ser parte de la evoluta en el espacio.
En el siglo XX, crearon a países desarrollados a base de demagogias ideológicas políticas, las cuales crearon y concibieron guerras bélicas internacionales, y después internas en cada país, rompiendo al final de este siglo moldes constantes en algunos países, convirtiéndolos en camaleónicos tecnológicos-económicos, y que en este siglo XXI, estan redituando frutos en algunos para poder adaptarse en forma rápida para el futuro. El 2020, puso en igualdad de circunstancias a todo el mundo, al parar a las economías, muchos aprendieron y adaptaron, otros solo se enfrascaron en pelear sus luchas internas, y con ello limitaron la metamorfosis para ser un país en desarrollo.
Una larva se transforma en mariposa en forma natural, y un país, lo realiza por su metamorfosis con base de su sociedad con sentido común, y no por demagogia ideológica-política.
El dinero no es la felicidad, pero es el valor que hemos puesto para tener conocimiento en el tiempo espacio.