La Reforma Eléctrica afectaría la competitividad del sector químico y petroquímico, en una industria ya afectada con un nivel de importaciones de 28,300 millones de dólares; y una balanza deficitaria por 20,300 millones de dólares, al cierre del 2020, aseguró Edmundo Rodarte Valdés, presidente de la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ).
Durante la inauguración del LIII Foro ANIQ 2021, sostuvo que al interior de esta industria existe preocupación, derivado de la Iniciativa de Reforma Eléctrica, “la cual mermaría seriamente la competitividad y la certidumbre jurídica de las inversiones en el sector eléctrico; y consecuentemente, en las inversiones de esta industria.”
En ese sentido, solicitó a la secretaria Nahle García una reunión para mostrarle “la afectación en la competitividad en el sector químico y petroquímico que tendría (la Reforma Eléctrica) en caso de aprobarse esta iniciativa.”
Una industria muy afectada
Comentó que la industria tiene varios años resentida, aunado la pandemia por COVID-19 que desaceleró la actividad de la petroquímica en 8.9% para solo representar 2% del PIB, luego de alcanzar más de 10% del PIB hace tres décadas, Y solo alcanzó a satisfacer al 24% de la demanda nacional.
En su exposición, enumeró las problemáticas que enfrenta el sector con las nuevas disposiciones que se han implementado en la presente administración, así como los riesgos que implican dichas medidas en cuanto a las importaciones, los permisos y las restricciones a la LDA.
Al respecto, destacó las modificaciones a las Reglas Generales de Comercio Exterior, donde prohíbe a los particulares realizar actividades de importación de diversos productos energéticos en lugares distintos a los autorizados en su permiso, conocidos como LDA.
Con esta disposición, alertó que “se pone en riesgo la seguridad e integridad de la propia aduana, de las ciudades y de los agentes económicos al ponerlos en proximidad de productos peligrosos.”
Además, se violentarían las disposiciones oficiales vinculadas con la compatibilidad de materiales y productos peligrosos, así como las distancias para las zonas de amortiguamiento, principalmente.
Las peticiones de la ANIQ
El presidente de la ANIQ aprovechó el foro para pedirle a la secretaria Nahle, permitirle a la industria privada la importación de etano, propileno y amoniaco, entre otros, utilizando la infraestructura de Petróleos Mexicanos (Pemex), cubriendo los costos de guarda y manejo.
También solicitó aumentar la producción de gas y la disponibilidad de etano; excluir a la industria química de cualquier tratado comercial con China o Corea, ya que en la actualidad no se encuentra en condiciones de competir.
Otra es quitarle la restricción del 11 de junio pasado, en que el SAT sólo permite la importación por el punto donde está registrado en su permiso, ya que jamás se han registrado irregularidades en esta industria, y replantear los cambios en materia eléctrica del gobierno federal.
Finalmente, señaló que “las medidas de restricción a los puntos de importaciones van a afectar a 68% de las empresas petroquímicas y químicas del país, lo que implica 4 millones de toneladas o 300 millones de dólares en pérdidas anuales por esta medida.”