El deparmento de Administración de Información Energética (EIA, por sus siglas en inglés) estima que el precio al contado al por mayor del gas natural Henry Hub promediará 3.92 dólares por millón de unidades térmicas británicas (MMBtu) en 2022, el máximo de ocho años, y promediará 3.60 dólares/MMBtu a lo largo de 2023.
En el escnario se espera que a partir de estos precios altos pemitran impulsar aumentos continuos en la actividad de perforación y la producción de gas natural de los Estados Unidos.
De acuerdo con el Perspectivas Energéticas a Corto Plazo (STEO, por sus siglas en inglés, se espera que la producción de gas natural de los Estados Unidos aumentará a un promedio de 104,400 millones de pies cúbicos por día (Bcf/d) en 2022, mientras que para 2022 alcanzará un máximo histórico de 106.6 Bcf/d en 2023. Alrededor del 97 % de la producción en los próximos dos años provendrá de los 48 estados inferiores (L48), excluyendo el Golfo Federal Offshore de México (GOM). El otro 3% vendrá de Alaska y el GOM.
El crecimiento de la producción de gas natural de los Estados Unidos provendrá principalmente de la región de los Apalaches en el noreste, la región del Pérmico en el oeste de Texas y sureste de Nuevo México, y la región de Haynesville en Texas y Luisiana.
La producción de Haynesville crecerá en 1.6 Bcf/d anualmente, en promedio, en los próximos dos años.
Los altos precios del gas natural permitirán que la perforación en la región de Haynesville sigue siendo competitiva con un desarrollo de pozos relativamente más profundo y costoso. Además, la mayor productividad de los pozos de Haynesville y su proximidad a las terminales de exportación de gas natural licuado y a los principales consumidores industriales de gas natural a lo largo de los EE. UU. Gulf Coast atrae a operadores a la región.
La región del Pérmico contribuirá con 2.2 Bcf/d al crecimiento de la producción en 2022 y 1.2 Bcf/d en 2023. El precio del petróleo crudo intermedio de Texas Occidental se mantiene por encima de los 60 dólares por barril, lo que lleva a los operadores a aumentar la actividad de perforación dirigida al petróleo en la región, lo que también aumentaría la producción de gas asociada.