La organización México Evalúa identificó que Pemex es una de las tres petroleras con riesgos más severos en los indicadores ESG de sostenibilidad (medioambiental, social y gobernanza, por sus siglas en inglés), a partir de la metodología de la calificadora Sustainalytics. Genera altos niveles de contaminación y sus acciones de mitigación son insuficientes, escasas o nulas.
Señaló que estos indicadores ya son adoptados en los mercados financieros, empresas listadas en bolsa, agencias calificadoras y organismos reguladores, y en los próximos años serán necesarios para acceder a opciones de financiamiento.
México Evalúa publicó un estudio de caso sobre la refinería Miguel Hidalgo en Tula, Hidalgo, en el que ejemplifica las omisiones en la responsabilidad corporativa de Pemex.
Un ejemplo de retroceso
Las emisiones de gases de efecto invernadero por parte de Pemex Transformación Industrial (TRI) en su segmento de refinación aumentaron entre 2018 y 2019: 32% las de dióxido de carbono, principal gas responsable de este fenómeno; y 69% las de óxidos de azufre, principal causante de la lluvia ácida y de enfermedades pulmonares.
De acuerdo con la investigación de México Evalúa, no existen estrategias claras para mitigar estos aumentos y no se trata de una prioridad para la empresa.
La petrolera no ha publicado información detallada ni datos sobre la calidad y descargas de agua de la Refinería Miguel Hidalgo. Sin embargo, evaluaciones hechas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), fundamentan una declaratoria de riesgo sanitario desde noviembre de 2018 para los municipios de Tula de Allende y Tepetitlán que a la fecha no ha sido atendida.
De acuerdo con el Oficio No. S00/155/2018, al que México Evalúa tuvo acceso, Cofepris confirmó niveles de arsénico, manganeso, plomo y mercurio superiores a los máximos permitidos, en todos los pozos de agua para consumo humano analizados con el apoyo de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en esta zona.
Esta situación tiene probables afectaciones en 1) la salud de la población, con al menos 303,771 personas afectadas diariamente por las descargas industriales sin tratamiento a los cuerpos de agua en la Cuenca de Tula, que provocan enfermedades parasitarias, gastrointestinales y cancerígenas; y 2) la economía local, debido a que 44% de la población se dedica a la agricultura.
Acciones insuficientes
Aunque Pemex mantiene el Programa de Apoyo a la Comunidad y Medio Ambiente (PACMA), a través del cual destina recursos para donativos con previa autorización por parte de la Dirección General, sólo donó una ambulancia, 1,500 estufas ecológicas, un predio y un domo a un colegio a la población hidalguense de 2019 a 2020.
Los reportes de sustentabilidad de Pemex no describen ninguna acción de rescate ecológico. Pese a su crisis ambiental y sanitaria, Hidalgo sólo se benefició con el 5% de las donaciones del PACMA en este periodo.
Contaminación de Pemex en la CDMX
El análisis destaca también que una quinta parte de la contaminación registrada en Ciudad de México es ocasionada por la dispersión de dióxido de azufre y de partículas PM2.5 suspendidas desde la zona de Tula – Tepeji.
Y alrededor de 11 mil personas mueren al año en la Zona Metropolitana del Valle de México por la mala calidad del aire. Las partículas PM2.5 tienen relaciones causales en un número importante de padecimientos cardiovasculares, cerebro-vasculares, neurológicos y respiratorios.
Qué debe hacer Pemex
Para México Evalúa, es urgente que Pemex mida y evalúe sus riesgos ESG, tanto para atender los daños en las comunidades, como para ganar relevancia en materia de inversión y acceder a mejores condiciones de financiamiento.
La petrolera también debe considerar temas como el acceso a la tierra de las comunidades locales, su derecho a la salud y a un nivel de vida adecuado. A partir de estas valoraciones, el Consejo de Administración debe formular un plan coherente, flexible y realista que incluya prioridades, estrategias de crisis y oportunidades para general valor.
Si Pemex desea seguir operando en Tula, debe invertir en tecnología para elevar la productividad y reducir la contaminación, reconocer la Declaratoria de Emergencia Sanitaria emitida por Cofepris en 2018, así como generar planes para la remediación y compensación de los daños ambientales y sociales.