El desconocimiento de las empresas sobre las normas, regulaciones, estándares y certificaciones que les aplican y la lenta emisión de las mismas, son los mayores retos que enfrentan los productos y sistemas eléctricos para lograr el cumplimiento pleno. Esta condición pone a México en una situación de rezago frente a otras naciones para alcanzar la calidad requerida, coinciden expertos.
Durante PlatiCANAME: “Normalización y certificación de productos y sistemas en México”, Abel Hernández Pineda director general de la Asociación de Normalización y Certificación (ANCE) que, México destaca en Latinoamérica como una de las economías más intensas en estándares y regulaciones. El objetivo de éstas es eliminar la brecha que hay entre el producto que se comercializa en el mercado nacional y el producto que se exporta al mercado norteamericano.
Sin embargo, admitió que en los últimos 30 años no se ha logrado ser congruentes en el mercado local, mientras que en el mercado formal hay una ausencia notable de regulación técnica, estándares y regulaciones.
En ese sentido, señaló, en comparación con la estandarización y regulación europea a “México le falta más del 80% es decir, el margen de mejora es grande el reto para mí es el reto de la definición”.
Un reto más es el establecimiento de una política industrial basada en estándares y compliance técnico de la mano con un esquema permanente de verificación y vigilancia; tanto de producto en el mercado como de agentes de evaluación de la conformidad, esto es un gran reto aseguró.
Poco cumplimiento mucha oferta
Hernández Pineda reconoció que “no se puede entender que existan en México decenas de organismos de certificación y decenas de regulaciones técnicas; y que tome uno un producto del mercado y existan índices del orden del 70% de incumplimiento en el mercado formal; no podemos hablar del mercado informal porque no hay manera de medirlo”.
Para el experto, los estándares y certificaciones no sirven de mucho, si no hay una política pública que vigile su cumplimiento. “El estándar es un vector de desarrollo, sí solo sí se suma al vector de la política pública y al vector de la política pública enfocada a la gestión de riesgos.”
Más retos y oportunidades
Laura Vanesa Campos Llop, directora general de la Sociedad Mexicana de Normalización y Certificación (Normex), señaló que efectivamente son muchos los retos, pero también son muchas las oportunidades.
Consideró como positivo que existan más normas en México, siempre y cuando no se genere mayor confusión en el mercado “ya con lo que hoy tenemos es un gran reto, poder lograr toda una infraestructura de evaluación de conformidad con las normas que actualmente tenemos, que haya un tema de acreditación y un tema de vigilancia.”
Otro gran reto que se tiene es agilizar la forma en que se elaboran las normas, hoy una norma tarda entre uno y dos años en elaborarse; donde la tecnología está generando una brecha impresionante y no hay norma que alcance el desarrollo de nuevas tecnologías sobre un tema, comentó.
Actualmente, en México hay aproximadamente mil normas oficiales mexicanas, y a nivel ISO hay alrededor de 20,000 normas.
Por otro lado, refirió que la política pública juega un papel fundamental “estamos hablando de que el 80% del comercio internacional tiene una base en las normas y en evaluación de la conformidad, es decir, todos los productos que se mueven entre países en un 80% están certificados”.
La importancia del cumplimiento
La importancia de tener una certificación radica en que no solo da una garantía al consumidor y da una base al mercado en sí, una empresa en México; aunque sea una Pyme que ya tiene un sistema de gestión o algún otro tipo de certificación, ya se puede comparar con empresas en otras partes del mundo, mencionó la directora de Normex.
De ahí que el desarrollo de capacidades debe empezar por la educación. La idea es formar a los jóvenes de manera que se vincule el desarrollo de capacidades con lo que aprenden en la universidad y, que, empiecen a conocer desde la infraestructura de la calidad. Sugirió empezar a sensibilizar y a trabajar la difusión con las empresas y también con los jóvenes.
Por su parte, Evangelina Hirata Nagasako, directora general del Organismo Nacional de Normalización y Certificación de la Construcción y Edificación (ONNCCE), expuso que el desarrollo normativo tiene diferentes fases y procedimientos que debe cumplir hasta la publicación de las normas; por lo que se espera que con la nueva Ley de Infraestructura de la Calidad los estándares sean publicados en un menor plazo.
Al respecto, destacó que el reto más importante es que se garantice el cumplimiento y aplicación de las normas o estándares de la construcción y que éstos sean vinculados a los respectivos Códigos de Construcción.
Otros elementos a considerar
También “debemos continuar fortaleciendo la unificación de criterios a través de la armonización con normas internacionales, a fin de establecer las bases y la utilización de un lenguaje común para el uso de productos, sistemas y servicios en la industria de la construcción”, dijo la directora general de ONNCE.
Insistió en la importancia de mejorar en los procesos que ancestralmente no se habían atendido como la urgencia de desarrollo de estándares.
Adicional a esto, en las industrias y procesos falta tener data, registros para la toma de decisiones en el futuro de estos programas. Esta información sirve para los productores, comercializadores y para todos los nichos.