La falta de crecimiento económico preocupa a todos (sociedad, empresas y gobierno), preocupación que se materializa en alto desempleo, deterioro del poder adquisitivo, aumento de la pobreza, cierre de empresas, incertidumbre… Pero saben. México puede crecer a tasas del 8% anual. Sí, al 8% anual. ¿Cómo?
De acuerdo con las estimaciones oficiales de la Secretaría de Hacienda, la economía crecerá 5.3% en el 2021, cifra que no varía mucho de otros cálculos, el Fondo Monetario Internacional (FMI) 5.0% o Citibanamex 4.7%, y para el próximo año, el promedio anda por el 3%.
¿México puede crecer al doble de esas estimaciones? ¡Si! Carlos Capistrán, economista en jefe para México del Bank of America Merrill, en una entrevista con el programa: Los Economistas del Tecnológico de Monterrey, dijo que los inversionistas ven a México muy bien para invertir, pero más por factores externos, que por condiciones propias.
Hay una pregunta que flota en el ambiente: cuánto podría crecer México con el crecimiento que se espera en Estados Unidos. Modelos econométricos, considerando la relación histórica con el vecino país y sus tasas de crecimiento, comentó el especialista, revelan México podría estar creciendo a tasas del 8%.
El plan de Joe Biden de inyectar millonarios recursos a su economía, que incluye iniciativas verdes sustentables, impulsará a Estados Unidos a un ritmo de crecimiento no visto en décadas, y esto va a jalar a México.
Sin embargo, hay preocupaciones e incertidumbre por la política interna en nuestro país, pero, aun así, la economía mexicana va a crecer en los niveles que se tiene estimados, 5% este año, 3.0% para el 2022.
La pregunta es: ¿Cómo podría México crecer más? Con un marco jurídico claro y sin cambios. En una palabra: respetar el estado de derecho. La contrarreforma energética es un claro ejemplo de un cambio con sobresaltos. Hay inconsistencias constitucionales, posiblemente vengan demandas en tribunales internacionales.
Un primer paso, es que el gobierno federal ofrezca certidumbre jurídica a las inversionistas, tanto nacionales como extranjeros. El sector privado ha ofrecido sentarse a dialogar para un justo medio y no se fue posible. En México hay varias visiones de país, se entiende, pero el gobierno es quien tiene la obligación de poner las condiciones para que todo jale en un solo sentido.
Muchos empresarios y analistas hablan de esperar hasta después del 2024, que se acabe el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y si, eso es una alternativa para las inversionistas, pero se van a perder otros tres años, qué para México, un país con rezago en varías áreas, es mucho tiempo. Y un detalle: se perdería el “timing” del crecimiento de EU.
Un segundo factor. Las energías sustentables son una realidad. No es moda, es una realidad mundial. No se le puede cerrar el paso las energías verdes, hay que impulsarlas, hoy ya son un factor de inversión y financiamiento competitivo.
Tercer punto. Aprovechar el TMEC, un tratado recientemente firmado y entrado en vigor, pero por la pandemia no hubo oportunidad de aprovechar sus virtudes, las economías de los tres países suman el 28% del PIB mundial y el 16% del comercio internacional. México solamente tiene que ajustar la dirección a la ruta de EU y Canadá. Finalmente, la cercanía a esos mercados es el factor que consideran muchas inversionistas para establecerse en nuestro país.
Pero México tiene que invertir, verdaderamente en educación, preparar a los técnicos, ingenieros, los profesionistas que se necesiten, que aprovechen la revolución tecnológica en la que transita todo el mundo. El sector automotriz y la industria de electrónicos -algunas áreas de negocio-, ejemplo de fortaleza en México pueden perder todo su atractivo. Que no se nos olviden los años en que la industria automotriz se empezó a trasladar a China.
Un cuarto factor, que el gobierno federal le meta a la recuperación económica, las últimas cifras revelan que las finanzas públicas están en equilibrio. En el contexto internacional, México es uno de los mejores portados, mientras todas las economías reportan déficit. Si, pero, la economía mexicana trae una fuerte contracción en su economía. Valdría la pena poner en la mesa un pequeño déficit para impulsar al país ahora que la “locomotara” estadounidense inicia un fuerte periodo de crecimiento económico.
Un quinto elemento. Una reforma fiscal que realmente reoriente este país. Las finanzas públicas trabajan con un presupuesto inercial, nueve de cada diez pesos ya están comprometidos. El presupuesto “base cero” del 2015, se intentó, pero sin una verdadera reforma fiscal, muy difícil.
Un sexto factor, el gobierno federal y “los otros” tienen que buscar la conciliación, evitar la polarización y división de país; es uno de los problemas que aquejan a este país desde su misma fundación. ¡Los conservadores y los liberales! No. Un pacto al estilo la Moncloa, que sentó las bases de España a la transición democrática. Todo los demás son puros cuentos, del lado que venga.