México carece de infraestructura para tener acceso al gas natural de forma competitiva en todas las regiones del país, así como de almacenamiento suficiente para garantizar la seguridad energética del país, señaló el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). Consideró que reactivar las rondas petroleras, permitirá aumentar la producción de este hidrocarburo.
El gas natural es un combustible clave para la transición energética al ser más eficiente, menos contaminante y más asequible que el resto de las fuentes fósiles. Estas características permitieron que, a lo largo de las últimas cinco décadas, este hidrocarburo se convirtiera en un insumo fundamental; principalmente para la actividad económica global; en especial para la generación de energía eléctrica y para distintas actividades industriales que lo emplean como combustible y como materia prima.
Desde esta perspectiva, el IMCO analizó la cadena de valor del gas natural –desde su producción y demanda hasta su transporte y almacenamiento– con el objetivo de contribuir con evidencia y datos a la discusión pública en torno a la importancia de este combustible para la transición energética y la competitividad del país.
Demanda de gas natural en México
La demanda de gas natural aumentó como consecuencia de precios asequibles logrados gracias al auge de la producción en Estados Unidos a finales de los años 2000, así como las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) relativamente bajas en comparación con otros combustibles.
De esta manera, entre 2005 y los primeros nueve meses de 2021 el consumo de este combustible creció 62.4% al pasar de un promedio de 5 mil 89 millones de pies cúbicos diarios (MMpcd) a 8 mil 265 MMpcd. Este comportamiento se atribuye a la dinámica de distintos sectores económicos:
El sector eléctrico, que demandó lo equivalente a dos terceras partes (64.7%) de la demanda nacional. Entre enero y septiembre de 2021 el país consumió un promedio de 5 mil 350 MMpcd para generar electricidad en centrales de ciclo combinado, principalmente.
El sector petrolero (principalmente Pemex), que demandó el 22.2% del gas natural disponible en el país (1 mil MMpcd) para la elaboración de petroquímicos que son utilizados por distintas industrias. En los primeros nueve meses de 2021, fue el segundo consumidor más importante de este insumo en el país.
El sector industrial, que demandó el 11.5% (953 MMpcd) del gas natural disponible en el país en el mismo periodo. Esta proporción es 6.9 puntos porcentuales menor a la registrada en 2005, cuando la demanda de este insumo por parte de la industria para su uso como combustible o materia prima representó el 18.4% del total.
El sector residencial, que debido a deficiencias en la infraestructura de distribución solo consumió el 1.0% del gas natural disponible, a pesar de ser relativamente más barato que otros combustibles como el gas licuado de petróleo (GLP). Este sector fue, junto con el sector petrolero, el único que redujo su consumo entre 2005 y los primeros nueve meses de 2021.
Producción
La producción nacional de gas natural se ha reducido de forma continua desde 2010. Entre ese año –en el que se registró un pico de producción– y los primeros nueve meses de 2021, la producción de gas natural se redujo 54.1%. Esta caída se atribuye a la reducción de la producción total de gas natural en todas las provincias petroleras del país entre 2010 y los primeros nueve meses de 2021.
Importaciones
Entre 2000 y 2021 las importaciones de gas natural desde Estados Unidos crecieron a una tasa promedio anual de 15.5% al pasar de 105 mil 520 MMpc en 2000 a 2.17 MMMMpc en 2021. De estos 2.17 MMMMpc, que representaron una tercera parte (32.6%) de las exportaciones de ese país, prácticamente la totalidad (99.2%) se envió a México a través de gasoductos.
Barreras para tener un gas natural competitivo
De acuerdo con el análisis del IMCO, la falta de almacenamiento de gas natural es uno de los principales riesgos de seguridad energética en México. El país es particularmente vulnerable a cambios abruptos en la oferta y demanda de gas natural atribuibles a fluctuaciones en las condiciones climáticas.
El país únicamente cuenta con 2.4 días de inventarios de gas natural, mientras que en países como Alemania, Austria, España, Francia e Italia supera los 34 días de consumo promedio.
Aunado al reto del almacenamiento, el país requiere una mayor infraestructura de ductos para transportar el gas natural a lo largo y ancho del país. Aunque la expansión de la red de gasoductos ha permitido satisfacer el incremento en la demanda de gas natural en México, la red todavía no llega a los estados del sur-sureste, que tienen poco o nulo acceso al combustible. Con ello, se limitan sus posibilidades para atraer inversiones en industrias de alto valor agregado.
Potencial para la explotación de gas natural
México tiene el potencial de incrementar la producción de gas natural al explotar sus reservas. Reanudar las rondas de hidrocarburos representaría un paso en la dirección correcta, sin que ello tenga un impacto en las finanzas públicas.
El IMCO aclara que el objetivo de aumentar la producción no sería con el fin de sustituir las importaciones actuales en el corto plazo; sino elevar de forma gradual la plataforma de producción de tal forma que el país se encuentre en una mejor posición para enfrentar contingencias como las heladas de Texas en febrero de 2021.
México debe aprovechar las ventajas del gas natural como combustible más eficiente, menos contaminante y más asequible que sus contrapartes fósiles, y desarrollar la infraestructura necesaria para llevarlo a todas las regiones del país. Para ello, el IMCO Propone:
-Promover la competencia económica en el mercado de gas natural a través de un marco legal y regulatorio predecible.
-Reanudar las rondas de hidrocarburos para incrementar la producción nacional de gas natural.
-Replantear la política de almacenamiento de gas natural.
-Retomar la expansión de la red de gasoductos.