Ha crecido como la espuma el anuncio de la creación de una nueva aerolínea auspiciada por el gobierno federal de la 4T, para que vuele en el nuevo aeropuerto de Santa Lucía, cuya noticia fue tomada con reserva por las dirigencias de los sindicatos de pilotos, sobrecargos y trabajadores de tierra de Mexicana de Aviación, porque coinciden en señalar que no es “…la solución a toda la problemática que enfrenta la aerolínea desde hace 11 años”.
Es un anuncio que hace el gobierno federal y que adelante que se hará una convocatoria a través de la Secretaría de Economía, para que trabajadores de Mexicana de Aviación se contraten en esta nueva compañía, en una figura de cooperativa que operará la nueva empresa donde concurran empresarios, inversionistas, gobierno y trabajadores, con la proyección de llegar a tener hasta 60 aviones.
Para Miguel Ángel Yúdico Colín, Secretario General de los Trabajadores de Tierra (SNTTTASS), la creación de una nueva empresa es bienvenida para abrir fuentes de empleo para aquellos trabajadores que siendo integrantes de Mexicana de Aviación se contraten, como lo han hecho muchos ingenieros, mecánicos, administrativos que se han empleado en aerolíneas de Monterrey, Guadalajara, Aeroméxico, Volaris y hasta en Interjet, con la mala suerte de que esta última ya quebró.
Pero señaló que hay trabajadores que formaron parte de Mexicana que están trabajando en aerolíneas de Europa, Qatar, Suiza, Costa Rica y Brasil, entre otros países, pero la mayoría del personal agremiada tiene más de 40 años de edad, muchos jubilados y por lo tanto, arrancar una nueva aerolínea con trabajadores de mayoría de edad, resulta inviable financieramente.
Entrevistado por este reportero, afirmó que está muy al margen lo que haga el gobierno que encabeza López Obrador, con la creación de una nueva aerolínea, y si es bajo la figura de una cooperativa los trabajadores entran en calidad de socios y con salarios tal vez bajos, en lo que la empresa empieza a generar utilidades, por lo que al grueso de los trabajadores de Mexicana que están sindicalizados sería renunciar a todos sus derechos laborales, tal como lo han hecho los que se han contratado en otros países.
El gobierno está en todo su derecho de crear una aerolínea comercial, pero eso no beneficiara directamente a Mexicana de Aviación, sino a los trabajadores que están desempleados y que a título personal se contraten, sobre el conocimiento de que su antigüedad y derechos laborales quedarán cancelados, sobre todo, porque los 8,500 trabajadores no han sido liquidados y todavía se tienen los juicios laborales pendientes y de los bienes de la empresa.
Lo que Mexicana de Aviación demanda a través del Sindicato Nacional de Trabajadores de Tierra, de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores y de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación, es que les devuelvan los slots que se entregaron a otras aerolíneas como Aeroméxico, Volaris e Interjet, que se les otorguen los permisos para volar nuevamente y de que el gobierno federal proporcione certeza para inversionistas que puedan participar en la aerolínea, entre otras demandas y sobre todo, que actúe en contra de Gastón Azcárraga, principal saqueador de la aerolínea que a 11 años sigue prófugo y al que si se le ha comprobado todo el fraude que cometió contra de los trabajadores y hasta del erario público, con los préstamos que le otorgó Bancomext, de lo que no se ha hecho justicia si verdaderamente se busca terminar con la corrupción del pasado. Este “pillo” señalaron robó más tal vez que Emilio Lozoya y el gobierno no lo ha tocado, ni mencionado siquiera de corrupto.
Para los sindicatos, dijo Yúdico Colín, la creación de una nueva aerolínea comercial es una decisión del gobierno federal, pero conociendo el ramo de la aviación, arrancar en una aeropuerto como Santa Lucía, es presagio de pérdidas económicas, por la baja demanda de pasajeros, la persistencia de la pandemia, la lejanía del aeropuerto de la Ciudad de México, a menos que el costo de los boletos sean muy bajos, pero iniciar con estas limitantes tiene altos riesgos, además de que todavía no se tiene certeza de que las demás aerolíneas vayan a operar en Santa Lucía, tanto nacionales como internacionales, y lo único que puede ser es que vayan bajo presión, pero eso ya escapa a los que puedan hacer los trabajadores ¡Veremos!