La Fed inicia su ciclo de alza de tasas para hacer frente a las fuertes presiones inflacionarias asociadas a la disrupción en la cadena de suministros y alza de los precios de los commodities (petróleo, gasolina y gas natural de manera significativa). En su reunión de marzo y en línea con las expectativas del mercado, la Fed subió 25 pb su tasa de referencia para alcanzar un límite superior de 0.5%; la decisión no fue unánime ya que James Bullard quería un alza más agresiva (50pb). El conflicto entre Rusia-Ucrania seguirá presionando los precios de los energéticos, al tiempo que la cadena de suministros seguirá impactada por los rebrotes de contagios en China. Las proyecciones económicas de la Fed ya descuentan 6 alzas más de la tasa de fondos federales en montos de 25pb; al tiempo que se anuncian reducciones en la tenencia de bonos del Tesoro e Hipotecarios (reducción de la hoja de balance) que mantendrán una política monetaria más restrictiva. El bono del Tesoro a 10 años cotiza alrededor de 2.16% y el índice del dólar muestra un fortalecimiento, situación que manda una señal del anclaje de las expectativas de inflación.
Las proyecciones económicas de la Fed ya descuentan 6 alzas más de la tasa de fondos federales en montos de 25pb
Las previsiones de la Fed muestran un alza de la inflación general y subyacente para 2022, 2023 y 2024. La inflación general se estima alcance en 2022 el 4.3% desde el 2.6% previo; mientras en 2023 y 2024 se espera alcance niveles del 2.7% y 2.3% respectivamente. Logrando de manera gradual la convergencia a la meta de inflación del 2% en promedio. En relación con la inflación subyacente (mercancías y servicios) registra un aumento significativo en 2022, al pasar de 2.7% a 4.1%; mientras que en 2023 y 2024 se espera la inflación aumente a niveles del 2.6 y 2.3%, respectivamente. La escasez de chips, problemas en la cadena de suministros y altos costos de flete y logística seguirán presionando los precios de mercancías y servicios (además de existir inflación contenida, ya que el índice de precios al productor ya se encuentra en niveles del 10%, más competencia es indispensable para amortiguar la transferencia de precios). Aunque las presiones inflacionarias por el lado de la demanda estarán contenidas, ya que la brecha del producto mostrará holgura, debido a una menor perspectiva de crecimiento económico, al pasar del 4% al 2.8% en 2022. Sin duda, hay claras señales de una estanflación en el corto y mediano plazo.
La decisión de la Fed seguirá impactando la función de reacción de Banxico, se espera para el 24 de marzo un alza de al menos 50pb, para cerrar la tasa al 6.5%
La decisión de la Fed seguirá impactando la función de reacción de Banxico, se espera para el 24 de marzo un alza de al menos 50pb, para cerrar la tasa al 6.5%; aunque Gerardo Esquivel seguirá siendo la “paloma” de la Junta de Gobierno. El aumento de 50pb parece irreversible, a fin de evitar una salida de flujos de extranjeros y anclar las expectativas de inflación, al tiempo de evitar traspasos del tipo de cambio a la inflación. Aunque la parte de la inflación no subyacente seguirá aumentando como consecuencia del alza en los precios de las gasolinas, este será inferior al estimado gracias al estimulo del IEPS, aunque debemos reconocer que el espacio fiscal es limitado para amortiguar los choques en los precios y que la parte subyacente seguirá presionada ante los problemas de la cadena de suministros y escasez de chips.