La falta de refuerzos en las redes de transmisión en la instalación de las 150 plantas de generación de energía renovable, han generado una vulnerabilidad en la red eléctrica del país, aunado al cumplimiento pleno del Código de Red, reconoció Ricardo Mota Palomino, director general del Centro Nacional de Energía (Cenace), Ricardo Mota Palomino.
Durante su participación en la Mexico WindPower® 2022, explicó que en México el mercado ha evolucionado de manera diferente hasta el año 2013, el sistema mexicano se desarrollaba a través de procesos de planeación centralizado que garantizaba que la red y el parque de generación que se iba instalando fuera el adecuado para ir siguiendo la evolución de la demanda.
Sin embargo, a partir de 2013 “se abandonaron las buenas prácticas de planeación por una carrera acelerada por instalar nuevos parques, particularmente renovables… y el resultado que tenemos actualmente es un desajuste entre lo que tenemos instalado en la red de transmisión y la sobrecapacidad instalada en generación.”
En cuanto a mercados conexos, el modelo fue importando exógenamente, se implantó a ultranza y ahora estamos en un escenario diferente donde los servicios conexos son pobremente remunerados, hay un modelo de pago de servicios por capacidad que definitivamente no satisface las necesidades de tener capacidad que permita el control del sistema.
Sin refuerzos ni cumplimiento pleno del Código de Red
De manera que hay trabajo por hacer, primero, adaptar el desajuste de equipamiento que existe en generación en la red de transmisión y, segundo, “justipreciar” los servicios a que haya lugar “para cubrir las necesidades del sistema garantizando calidad, confiabilidad, todos los requisitos que se establecen en el Código de Red y en la normatividad vigente.”
En ese sentido, Mota Palomino admitió que “concretamente, el sistema mexicano está rezagado, respecto a las necesidades de un sistema confiable.”
El director del Cenace insistió que “por la forma en que se desarrolló la instalación de nuevos parques de renovables en los últimos cuatro años han generado una vulnerabilidad en la red debido a que prácticamente se instalaron sin los refuerzos de transmisión adecuados para cumplir con la evacuación de estos sistemas.”
“Estamos hablando de 150 parques instalados en la red nacional de transmisión, es muy difícil monitorear y controlar, se pueden hacer campañas de medición, se pueden supervisar, pero la realidad es que el problema subsiste.”
“Aunque hubo la necesidad de reforzar las demandas de equipamiento de control, realmente no es efectivo, siguen siendo los generadores convencionales los que cargan con el problema del control y la frecuencia del voltaje en el SEN.”
Alertó que “se han vuelto peligrosos los estados del sistema en baja y media demanda, a diferencia de lo que sucedía cuando se desarrollaba una planeación centralizada; en donde prácticamente se planificaba para las altas demandas y consecuentemente se tenían los recursos para controlar el sistema.”
“Realmente los generadores eólicos no cooperan para el control del sistema, pueden bajar capacidad y se hace a órdenes de los centros de control, ya después llegan las demandas por haberlos limitado”, comentó el funcionario.
Indicó que través de los centros de control, se intenta controlar, pero ya hemos tenido unos eventos grandes que seguramente van a provocar nuevamente un esfuerzo de desarrollo de planificación que permita nuevamente la adaptación de la red y pasar a un desarrollo menos agresivo y económico, pero más adecuado en lo eléctrico.
Además, subrayó que “en el caso de México hay requisitos en el Código de Red que no son supervisados, y los esfuerzos de control se programan en el tiempo de adaptación de los dispositivos.”
Las soluciones
Para el director general del Cenace, hay que buscar la adaptación de nuestro sistema de transmisión a la capacidad que ya está instalada, que es prácticamente el doble de las necesidades de consumo actualmente.
“No sabemos de dónde salió la idea de que el mercado iba a normar lo que requería el sistema en materia de capacidades, fue algo anormal. Estamos hablando de 6 años en los que hubo procesos de instalación de nuevas plantas de generación.”
En contraste se hizo de lado el desarrollo de redes de transmisión. “El tiempo requerido para tener un proyecto de transmisión concretado en México, es de 4 años. En el país se instalaron 10,000 MW de energía renovable intermitente y obviamente no crecieron las redes y ese es el desajuste que tenemos actualmente.”
De ahí que “un fenómeno eléctrico en un sistema puede desarmarlo en un segundo, por eso se hace mucha ingeniería para planificar operaciones y tener todo en su lugar para afrontar contingencias, y esas son las buenas prácticas internacionales y en México se practican.”
“En la parte económica y financiera es donde hemos derrapado, por eso hay una revisión normativa actualmente para llegar a una solución, porque el sistema actual es insostenible.”
Temporadas abiertas
Años atrás cuando se empezaron a desarrollar los primeros parques eólicos, precisamente, en México, se pusieron de moda las llamadas temporadas abiertas, en las cuales se emitían notas de interés de instalación de nuevos generadores en una zona particular, dijo Mota Palomino.
Se hacían los estudios de planificación asociados que daban lugar a la red adecuada para evacuar la energía producida por todos estos parques; y los costos se distribuían proporcionalmente entre los interesados.
Estas temporadas abiertas, fueron muy exitosas e incluso fueron presentados por el mismo Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Lamentablemente, en la última administración desaparecieron.