Muchos nos hemos preguntado, ¿Cuál será el mejor negocio para invertir?, pero la realidad nadie lo ha podido descubrir porque dependerá de cada persona, empresas, nación, región o el mundo la forma como debe adaptarse en cada momento de la línea de tiempo.
Las personas-empresas-naciones, son exitosas y pueden producir una continuidad de transfiguración continua de adaptación camaleónica, para poder adelantarse a las circunstancias geopolíticas que pueden suceder a partir de que alguien ha decidido tomar un riesgo. Esta acción puede influir a la forma como está concebida las relaciones comerciales en el mundo en el momento correcto.
El planeta no ha dado materias primas, y en algunos países han tenido la fortuna de tener a estas en cada momento de avance tecnológico durante las etapas de evolución del hombre, y que han surgido de cada cuestión desde un sentido común del para qué y el cómo. Hemos usado a la madera, aceite de animales, carbón, petróleo, y ahora a elementos minerales que están en la corteza del planeta. Todo esto ha sido para evolucionar en primera instancia para facilitar las actividades de cada homosapiens, y hoy día para establecer la hegemonía e influencia a donde exista una relación comercial.
El dinero no es el eje de una economía, es parte de esta como un medio de trazabilidad del valor de un algo para un uso, el cual dependerá del cómo es usado o para qué fue utilizado. Existe una parábola en la Biblia aplicada al riesgo en un negocio y que puede ser adaptado a cada persona, nación o regiones: Mateo (25:14-30). En ella podemos encontrar que un hombre (puede ser un presidente de un país, gerente, dueño, familia, etc.) entrega a sus trabajadores de confianza un dinero (llamado “talentos”) para que lo cuiden y multipliquen. Dos de ellos lo ponen a trabajar, lo invierten y entregan lo que se les encargó y los intereses. El tercero tuvo miedo, y fue y escondió su talento en la tierra; comentando al hombre que confíen en el, aquí tienes lo que es tuyo. Al final el trabajador, no generó intereses (ganancias).
Simplemente, este último tuvo miedo de arriesgarse a invertir o emprender. Una inversión pública o privada, debe generar riqueza por dos importantes razones: no solo para disfrutarla de forma individual, sino para generar riqueza en otros y que ésta crezca y se expanda y así retribuir lo que se nos ha dado en otro tiempo. La Riqueza no se reparte, se invierte para que pueda generar estabilidad en una sociedad.
El mundo ha creado en el planeta una forma de crear avances desde el punto de vista tecnológico. Ligado a una utilidad económica y con capacidad de generar conocimiento, por lo que no debemos desaprovechar las oportunidades, porque éstas solo son presentes en un momento en el tiempo lineal de las inversiones.
El mundo ha entendido que los riesgos, no pueden ser tomados en forma individual, ya sea por la parte pública o privada. Tiene que ser una estrategia en conjunto entre las partes que estén involucradas, cuyo objetivo deberá ser compartir los riesgos financieros, operativos y de inversiones necesarias para un negocio que genere utilidades, y no merme el progreso, al tener miedo de invertir.
La naturaleza ha dado oportunidad a varios países en tener una forma que les genere riqueza, pero ha sido malentendido el concepto. En algunas naciones han interpretado que ésta debe ser compartida con todos, sin importar el costo en el futuro. Pero aquí surge la pregunta ¿Qué es primero, generar un mercado interno de repartición o uno que genere un crecimiento evolutivo de la riqueza de cada persona? En función de explotar en manera controlada los recursos de la madre naturaleza en correlación con los avances tecnológicos a nivel mundial.
Si eres un país que no genera tecnología y la importas para tenerla; pero tienes las materias primas para poder construir parte o el todo, y que ayuda a generar el crecimiento de tu riqueza, no es más fácil poder coordinar por medio de leyes, normas, y regulaciones tu mercado interno. El objetivo es poder atraer las inversiones que generen la forma de tener acceso, al cómo son manufacturadas, la evolución, adaptabilidad y futuro de cada una de ellas. Aprender significa saber invertir para generar ganancias, no solo desde el punto de vista del dinero, sino en conocimiento para tu sociedad.
El conocimiento tiene un costo, y este requiere invertir. Ser parte y estar en el mundo, es tener en forma continua problemas, y esto significa que eres parte de una vida evolutiva continua. Para no tener problemas; puedes enterrar tus talentos o dejar que muera tu vida dentro del planeta. Pero al final te harán a un lado en el futuro inmediato o tenderás a desaparecer en el largo plazo, al no querer arriesgar en conjunto con otros, y el pensar que el uno, es mayor que dos.
El conocimiento da crecimiento a un país, y el que no invierte en ella no podrá acrecentar su riqueza, solo mantendrá la misma, y en un momento dado pasará a ser negativa, llevando él consigo a depender de otros para poder crecer.
El mejor negocio en el mundo; es la inversión en conocimiento. Derivado de un aprendizaje correcto de que tomar de la naturaleza para ser transformada en energías primarias, y secundarias. Entendiendo que tomar el riesgo de invertir los talentos que nos dieron, son para poder incrementar la riqueza de una nación, y con el fin de que la sociedad tenga acceso a la tecnología, poder aprender de ella el cómo, y al comprender que el dinero, no conoce ideologías; únicamente es un documento tangible que da valor al conocimiento.
El negocio en el mundo; es el poder hacer alianzas estratégicas entre inversiones público-privadas, empresas, naciones o regiones, y cuyo fin; es reducir los riesgos financieros, sociales, energéticos, macroeconómicos. Como consecuencia directa en encontrar un equilibrio en el cómo y para qué invertir en conocimiento.
Es acaso que todo lo que tenemos fue creado de un día para otro, o llevó un tiempo poder tener lo que hoy es común en todas nuestras actividades.
El mejor negocio es el conocimiento con causa.
¿En Mexico hemos sabido invertir en conocimiento?