A casi año y medio que termine el actual sexenio, las tomas irregulares de energía eléctrica apenas se observa una disminución en la actividad, mientras que el robo o venta ilegal del gosilina o diesel apenas si se pudo reducir a la mitad las acciones ilícitas en el periodo sexenal. La inseguridad es uno de los problemas que costado reducir a este gobierno. Hoy, seis de cada 10 mexicanos se siente inseguro.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), a nivel nacional, en junio de 2023, 62.3 % de la población de 18 años y más consideró inseguro vivir en su ciudad, mientras que en diciembre de 2018, cuando arrancó el actual sexenio, el reporte era de casi 75%, una baja cerca de 10 puntos porcentuales, la reducción es notable, pero el porcentaje deseado por la población.
El sector energético no podía escpar a la delincuencia, las tomas irregulares de energía eléctrica, conocidos popularmente como “diablitos” es un tema que no se ha podido eliminar o reducir en forma importante.
Durante el segundo trimestre de 2023, los resultados de la ENSU revelan que 14.0% de la población que mencionó haber visto o escuchado la instalación de tomas irregulares de luz —diablitos— alrededor de su vivienda, mientras que en junio de 2020 el reporte era del 16.5%, apenas dos puntos y medio abajo.
La información histórica indica que en marzo de 2022 se alcanzó el mínimo con 13.8%, mientras que el máximo es el reporte de junio de 2020, pero no ha pasado de esos rangos la actividad ilíctica.
Las pérdidas económicas por el robo de electricidad por las tomas irregulares asciende alrededor de los 35,000 millones de pesos, de acuerdo con información de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
En la misma Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, el robo y venta ilegas de gasolina y diesel, 3.4% de la población reporta haber visto escuchado sobre esta actividad, mientras que en junio de 2020 el reporte era de 6.4%, una reducción a casi la mitad. El nivel má bajo se registró en diciembre de 2022 con 3.0%.
El boque financiero en las finazas de Pemex por el robo de combustible promedian 5,000 millones de pesos al trimestr, uno 20,000 millones de pesos en el año. Y es que es una actividad ilícita que tampo se ha podido erradicar, los número oficiales indican que hay alrededor de 900 tomas clandestinas en los ductos de la empresa del estado.