Durante el cuarto trimestre de 2022, los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) revelan que las tomas irregulares de electricidad conocidas como “diablitos” y robo o venta ilegal de gasolina o diésel —huachicol— reporta baja de 0.4 y 0.8 puntos, respecto al mismos periodo de 2021, pero siguen en niveles altos.
Información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) indica que las tomas irregulares de luz —diablitos— pasaron de 14.6% en diciembre de 2021 a 14.2% en el 2022, porcentaje que se refiera a la población que mencionó haber visto o escuchado conductas delictivas o antisociales en los alrededores de su vivienda.
El robo de electricidad es unos de los temas complicados de resolver, según la información en diciembre de 2020 se reportaba un 14.4% de la población que veía o escuchaba este problema.
En lo que se refiere al huachicol, en el 2019, la población que veía o escuchaba este problema era 6.0% contra 3.0% en el 2022, una baja considerable, pero sigue siendo un nivel alto. Los otros años fueron: 2020, 3.5% y 2021, 3.8%.
Robo y consumo de alcohol y dorgas, a la vista de la gente
Las otras conductas delictibas o antisociales que se observan o se escuchan constantemente por la población en los alrededores de sus vivienda son: consumo de alcohol en las calles (60.6 %), robos o asaltos (52.2 %), vandalismo en las viviendas o negocios (42.7 %), venta o consumo de drogas (39.8 %), disparos frecuentes con armas (38.3 %), y bandas violentas o pandillerismo (25.5 %).
Respecto al tercer trimestre de 2022 se presentó un aumento estadísticamente significativo de 1.7 puntos porcentuales en atestiguación de disparos. Con respecto al cuarto trimestre de 2021, se registró una disminución estadísticamente significativa de 3.5 puntos porcentuales en la atestiguación de robos o asaltos, de 1.6 respecto a bandas violentas o pandillerismo, de 1.3 puntos porcentuales en la atestiguación de disparos frecuentes con arma, 1.1 para la atestiguación de consumo de alcohol en las calles.
Percepción inseguridad a la baja; Fresnillo, Zacatecas, Irapuato, Naucalpan y Ecatepec al alza
En diciembre de 2022, 64.2 % de la población de 18 años y más, residente en 75 ciudades de interés, consideró que es inseguro vivir en su ciudad, segúnla Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) correspondiente al cuarto trimestre de 2022 .
Lo anterior no representa un cambio estadísticamente significativo con relación al porcentaje registrado en septiembre de 2022, que fue de 64.4 por ciento. No obstante, representa un cambio estadísticamente significativo con respecto a diciembre de 2021, que fue 65.8 por ciento.
En esta edición, 19 ciudades y demarcaciones tuvieron cambios estadísticamente significativos frente a septiembre de 2022: 13 presentaron reducciones y seis, incrementos.
En diciembre de 2022, 69.9 % de las mujeres y 57.4 % de los hombres consideraron que vivir en su ciudad es inseguro.
A partir de 2016 se han generado estimaciones representativas por ciudad. En diciembre de 2022, las ciudades con mayor porcentaje de personas de 18 años y más que consideraron que vivir en su ciudad es inseguro fueron: Fresnillo, Zacatecas, Irapuato, Naucalpan de Juárez, Ecatepec de Morelos y Ciudad Obregón, con 97.7, 93.3, 92.6, 89.7, 89.6 y 89.2 %, respectivamente.
En contraste, las ciudades donde la percepción de inseguridad es menor, fueron: San Pedro Garza García, Los Mochis, Benito Juárez, Los Cabos, Tampico y Cuajimalpa de Morelos, con 8.1, 15.0, 19.4, 20.9, 22.1 y 22.3 %, en ese orden.