Las desigualdades de género en México persisten en múltiples aspectos de la vida diaria, y sin duda, uno de ellos es el financiero, el cual se relaciona con el acceso limitado que tienen las mujeres a trabajos bien remunerados y a salarios equitativos, por lo que su capacidad de resolución financiera es considerablemente menor a la de los hombres.
La promoción de la paridad en campo laboral y el acceso a servicios financieros es uno de los puntos claves para erradicar esta problemática y empoderar a las mujeres para que ejerzan una gestión saludable de sus finanzas. No obstante, datos de la comparadora de servicios financieros, Coru, señalan que en el país sólo el 40% de las mexicanas trabajadoras pueden cubrir sin problemas sus gastos básicos del mes, en cambio esta cifra aumenta al 60% en los hombres.
“La brecha salarial de género es uno de los grandes pendientes de México, ya que el acceso a un salario equitativo, más oportunidades de trabajo y la apertura de puestos de liderazgo para las mujeres incide directamente en la calidad de vida de ellas y de sus familias. En México, el 33% de los hogares tienen a una mujer como principal sustento económico, por ello es vital promover espacios de trabajo equitativos y condiciones dignas para que cada vez más mujeres desarrollen su potencial profesional y tomen el control de sus finanzas”, afirma Andrea Ávila, Brand Manager de Coru.
A pesar de los avances en materia de equidad, México aún está lejos de romper la brecha salarial de género. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), las mexicanas ganan en promedio 18.8% menos que los hombres.
No obstante, el estudio La brecha salarial en México, realizado por la empresa Runa, revela que las mexicanas perciben una brecha salarial mayor a la reportada por el organismo internacional, ya que de acuerdo con este reporte, la diferencia de salarios podría ir de entre 26% y hasta 50%.
Las posibilidades de las mujeres para ahorrar o mejorar su calidad de vida están limitadas al pago de sus compromisos financieros inmediatos. Por ello, no es de extrañar que ellas sean más propensas a sentir angustia y preocupación al pensar en sus finanzas. Según Coru, el 91.6% de las mujeres se sienten estresadas al momento de pensar en sus finanzas personales, en cambio esta cifra es de 82.4% en el caso de los hombres.
Posibilidad de ahorrar
Las metas de ahorro tienen ventajas financieras significativas; sin embargo, éstas dependen en gran medida del nivel de ingresos y la capacidad de llegar a fin de mes con números positivos.
Con la crisis ocasionada por la pandemia de COVID-19, una buena parte de la población se dio cuenta de la importancia de contar con un fondo de ahorro de emergencia suficiente para cubrir imprevistos como desempleo, reducción de salario, enfermedad, entre otros.
En México, sólo una cuarta parte de la población tiene ahorros para cubrir sus gastos por al menos tres meses, pero de todos los sectores económicamente activos, las mujeres son las que tienen más dificultades para ahorrar: Coru estima que el 70.1% de ellas no tiene un fondo de ahorro de emergencia.
Sin embargo, cuando se trata de deudas, las mujeres son más propensas a gestionar sus finanzas de forma saludable, ya que el 56.6% ha sabido mantener sus deudas por debajo del 10% de sus ingresos, en comparación con el 48.2% de los hombres, de acuerdo con Coru.
El Banco Mundial señaló que si las mujeres tuvieran igualdad de oportunidades para desarrollar todo su potencial, el mundo no solo sería más justo, sino también más próspero. La igualdad de género no es un proceso a corto plazo, y requiere una fuerte voluntad política y un esfuerzo concertado de parte de los gobiernos, la sociedad civil y las organizaciones internacionales, entre otros; sin embargo, las reformas legales y regulatorias pueden desempeñar un papel fundamental, siendo un primer paso importante.