El mercado mexicano de telecomunicaciones ha venido discutiendo la posibilidad de una posible escasez de elementos esenciales de red, materias primas y equipos, como fibras ópticas y cables, básicos para la operatividad eficiente de los proveedores de servicios de internet (ISP, por sus siglas en inglés).
La preocupación no es infundada, dados los desafíos e impacto que impone la pandemia de COVID-19 en la cadena de suministro global y, en consecuencia, en las operaciones comerciales, abastecimiento y logística, que conllevan los proyectos clave que México tiene en desarrollo y en planeación.
“La demanda global ha subido de manera alarmante para todo tipo de insumos, no solo de fibras y cables ópticos, sino también de empaques e incluso componentes médicos lo que nos demuestra que no es algo aislado”, explica Marcelo Andrade, vicepresidente de Telecomunicaciones de Grupo Prysmian en Latinoamérica. “El mercado asiático es la fuente de muchas de estas materias primas y la concentración sólo en esta cadena de suministro hoy en día está resultando problemática. Quien dio prioridad a una única opción de compra basada puramente en el precio tiene actualmente grandes dificultades que hoy están impactando su negocio.”, analiza el ejecutivo.
Además de la competencia por los pedidos prioritarios y los altos precios, la demanda de insumos hizo que los costos de transporte se dispararan.
Según un informe reciente de la CEPAL, América Latina y el Caribe es la región en desarrollo más afectada por esta coyuntura de comercio internacional que está marcada principalmente por los retrocesos en los envíos de manufacturas, minería y combustibles.[1] Tan solo los contenedores marítimos aumentaron hasta 140% en sus costos en noviembre 2020 comparado con el mismo mes de 2019.
Este escenario ha encendido alertas y preocupado a algunas industrias, pero principalmente a los ISP, quienes han reportado dificultades en la importación de componentes y equipos básicos para el mantenimiento y ampliación de su red, imprescindibles para proveer de la necesaria conexión a Internet de banda ancha a todo el territorio nacional.
Al tomar en cuenta a las telecomunicaciones como un servicio esencial en esta contingencia de salud pública global, y la fibra óptica como el medio de transporte primordial y predominante para dicho fin, el crecimiento se ha disparado debido al volumen adicional de información que crecientemente circula por las fibras, con la implementación acelerada de los servicios propios del trabajo remoto, la educación a distancia, streaming, etc.
En opinión de la firma especializada en telecomunicaciones, The Competitive Intelligence Unit, algunos de los proyectos del sector como el incremento de la cobertura 4G por los operadores móviles y el incremento de casas y oficinas pasadas por los operadores de TV de Paga, han dado paso a esta necesidad de contar con cada vez más fibra. Así, al cierre del 2020 se observan alrededor de 100 millones de conexiones de banda ancha móvil y 22.3 millones de conexiones de banda ancha fija en el país, mostrando en tan solo los últimos tres años, un crecimiento de 25.9 y 30.6%, respectivamente.
Como fabricante mundial líder en cables y suministros de energía y telecomunicaciones, Grupo Prysmian cree que esta crisis de demanda, insumos y logística refuerza el papel de la fabricación de cables y fibras de diversos segmentos desde las plantas telecom de la compañía con sede en Brasil y en Durango, México para atender el mercado local y regional en proyectos ya comprometidos y venideros.
“Ser una empresa global, nos permite equilibrar las compras en diferentes cadenas de suministro de materias primas, sin perder insumos relevantes para la continuidad de la producción”, dice Andrade. “Nos anticipamos a esta crisis haciendo importantes inversiones en la producción de cables y fibras ópticas, en la investigación y desarrollo de la tecnología, en la creación de empleos y la promesa principal de mantener nuestra operación a través de nuestros colaboradores, conformando un stock de seguridad que hoy nos permite garantizar que no habrá escasez de fibras y cables en el mercado nacional por falta de opciones”, agrega.
Inversiones anticipadas que datan de 2019 para incrementar la capacidad de producción en un 25% en las fábricas de fibra y cable óptico en Sorocaba-Sao Paulo han permitido tener la posición actual. En México, fue en 2017, donde hicimos una planta totalmente nueva.
En ese momento, la inversión estaba dirigida principalmente al crecimiento de la demanda de soluciones de telecomunicaciones en la expansión de la red en el país, impulsada principalmente por FTTH (fiber to the home), proveedores y programas gubernamentales de infraestructura de telecomunicaciones al acecho.
Ante esto, Grupo Prysmian ha encaminado una estrategia de negocio diferenciada para los proveedores de servicios de internet (ISP) con la finalidad de ayudarlos en estos momentos en los que faltan opciones para las materias primas importadas y así consolidar una asociación como clientes a largo plazo.
“Nuestras ventas a proveedores de internet han crecido por encima de los dos dígitos al año. Atribuimos dos razones principales para esto. Disponemos de stock para entrega inmediata de los principales cables que utilizan. En algunos países también ofrecemos líneas de crédito con socios financieros; desde la propia Prysmian así como con los bancos locales para adquirir fibra óptica y cables hasta con tres meses de período de gracia. Todo esto facilita al cliente a aumentar la infraestructura de suministro de forma inmediata y capitalizar mediante suscripciones”, concluye Andrade.