Cuando algo es atípico y se encuentra fuera del ámbito de las expectativas habituales y nada en el pasado pudo apuntar de manera convincente a su posibilidad, como por ejemplo: los atentados a las torres gemelas en el año 2001, se considera un Cisne Negro. (BBC, 2021).
El profesor, escritor y exoperador de bolsa, Nassim Taleb en el año 2007 concluyó que los Cisnes Negros son eventos extremadamente raros, sorpresivos y que causaron un impacto severo en la historia.
Tan solo los eventos mas representativos en la historia reciente, como los atentados del “11 de Septiembre” en los Estados Unidos contra las Torres Gemelas y el Pentágono, dejaron daños en infraestructura calculados en unos 60,000 millones de dólares y solo en el primer mes después del ataque, las pérdidas en general para la economía sumaron 123,000 millones (France 24, 2021).
En el año 2008, el sector financiero y bancario experimentaron la crisis por las “Burbujas hipotecarias”, iniciada en los Estados Unidos, por lo que las instituciones financieras que habían comprado los títulos hipotecarios se enfrentaban con un desastre, obligando a entes como Lehman Brothers, Bear Stern, Northern Rock y algunas otras a cerrar o ser absorbidas por gobiernos corporativos de mayor tamaño (ASIP, 2010) y recientemente, en el año 2019, emergió la crisis del Coronavirus (COVID 19), lo que derivó en una contención de la economía sin precedente, ocasionando un cierre de actividades descomunal y “empujando” a 88 millones de personas más a la pobreza extrema (Banco Mundial, 2020).
En términos del Cambio Climático, podemos definir al Cisne Verde, por los efectos adversos que se producen por alteración del clima, dado que estos ocasionan mayores heladas, sequias e inundaciones que son causantes de pérdidas económicas y de vidas humanas.
Entre los años 1998 y 2017, las pérdidas económicas por desastres naturales ascendieron a USD$2,908.000 millones de dólares, de las cuales, los desastres de origen climático ocasionaron $2,245.000 millones de dólares; es decir, el 77 por ciento del monto total de las pérdidas totales., lo que representa un aumento del 68 por ciento (USD$895,000.00) de las perdidas reportadas entre los años 1978 y 1997 en cerca de USD$1,313.000 (UNDRR, 2020).
Entonces: ¿Como enfrentar a los Cisnes y no morir en el intento?
Recordemos que existen eventos que solían ser desconocidos y al ocurrir, resultaron positivos, el descubrimiento de la penicilina o el establecimiento de la Ley de la Gravedad nos abrieron al entendimiento del funcionamiento del mundo y del universo, por lo que resulta conveniente enfocarse mayormente en lo que debemos hacer, más que en lo que pueda ocurrir, por ello me permito destacar los siguientes puntos:
- Debemos de profundizar sobre los retos económicos y climáticos y responsabilizarnos sobre ello. Las decisiones de política pública y empresarial son sustanciales. Hoy en día las regulaciones sobre el sector financiero exigen mayor transparencia en las operaciones corporativas y la inversión real sobre la sostenibilidad operativa es cada vez más sustancial, tanto en términos de inversión verde como social.
- Fomentar una transición efectiva sobre la generación de energía y la descarbonización de la economía. La utilización del combustible en los procesos de la industria se mantiene dominante, sin embargo, los esfuerzos por diversificar la matriz energética son mayores, dado que tan solo la generación de energía distribuida (Paneles solares en casa y empresas durante el año 2021; México sobrepasó los 2 Giga Watts de capacidad operativa bajo este segmento, lo que le refiere un total de 2,031.25 Mega Watts bajo 270,506 acuerdos de interconexión (Energía Estratégica, 2022).
- Innovar en los procesos. Las sequias al año 2020, refieren en México un reto primordial. Tan solo en la Entidad de Nuevo León, la disponibilidad del recurso hídrico se encuentra en el mínimo histórico, por ello, considerar las experiencias de países que “nacieron” en la desertificación es importante, tal es el caso de Israel, que posee “menos” desierto que hace 50 años, siendo de las naciones con una política hídrica notable y centrada en el fortalecimiento de los organismos operadores para la gestión del agua; el establecimiento real del precio de su tratamiento y potabilización; una fuerte pero consciente estrategia de ahorro del agua en las casas y una vinculación con la política agrícola para el uso estratégico del recurso líquido.
Finalmente, debemos de recordar que nuestro mundo está dominado por lo desconocido y lo improbable, lo que implica la necesidad de convivir con los Cisnes Negros y Verdes, sin tratarlos como algo que haya que ocultar bajo la alfombra, dado que, a pesar de nuestro progreso, el futuro será progresivamente menos predecible (Cabreramc, 2009).