La semana pasada, se informó en la conferencia mañanera, que México había comprado la refinería Deer Park ubicada en Texas; esto, aunado a las distintas reformas propuestas alrededor de la generación de energía eléctrica, así como, el empeño de construir nuestra propia refinería, demuestra la posición del gobierno a favor del uso de combustible fósil. Para defender esta postura, se habla de economía, de nacionalismo y de la vida útil que aún le queda a este recurso ¿Y de nuestra salud quien habla?
En este como en otros temas muy importantes y decisivos la discusión suele centrarse en ámbitos económicos ¿Pero realmente esta es la única implicación de estas decisiones? y No, y con más frecuencia ni siquiera es la más grave ni importante; en su gran mayoría estas decisiones impactan más de una área y más de un tipo sector poblacional y desafortunadamente estos efectos no son equitativos y tampoco tomados en cuenta. El caso del uso de combustibles fósiles no es la excepción, sin embargo la repercusión de la que hoy hablo afecta a toda habitante del planeta.
La generación de energía por medio de combustibles fósiles es una de las razones principales de la contaminación atmosférica, en la que el aire se combina con distintas emisiones que son corrosivas para la salud. Este tipo de contaminación se ha relacionado con fuertes problemas respiratorios, dermatológicos, oculares y en el último año incluso se le relaciono con la incidencia de contagios del virus CoVid.
Según datos de la Organización Mundial de Salud los combustibles fósiles están relacionados con 2/3 de la tasa de mortalidad y se estima que la limitación de dichas emisiones podría evitar cerca de 4 millones de muertes prematuras por año (World Health Organization: WHO, 2018).La contaminación atmosférica es responsable de la pérdida de miles de millones de vidas.
En los últimos años hemos visto la calidad del aire deteriorarse cada vez con más fuerza. En México cada año mueren al menos mil 680 niñas y niños menores de 5 años, por causas relacionadas a la pésima calidad de aire y se estima que 3.2% del PIB del país es utilizado para hacer frente a costos relacionados con problemas de salud por el incremento de contaminación.
La salud es un derecho que nos confiere por nacimiento, y me parece inaudito que en estos foros en los que se toman las decisiones se omita el hecho de que el uso de combustibles fósiles tiene una repercusión fuerte en la salud del ser humano. Esta es una de las razones más importantes para promover el uso de energías renovables, que demuestran disminuir la cantidad de emisiones en la atmósfera y a su vez prometen un futuro limpio en el que podamos salir a hacer nuestra vida diaria sin correr el riesgo de respirar la contaminación.
Es fácil dejarse llevar por la marea de cifras con las que constantemente nos venden proyectos y reformas, pero es nuestra responsabilidad evaluarlos de manera crítica y considerar si realmente plantean un beneficio. Sin olvidar que es nuestro derecho el de tener una vida sana y este derecho debe ser respetado y defendido en cualquier decisión que nuestros representantes tomen.