Los precios suben y erosionan nuestro dinero, mientras el gobierno intenta apagar el incendio inflacionario otorgando subsidios.
El dato de inflación anualizada, es decir, el aumento de los precios entre febrero del 2021 y febrero del 2022, fue de 7.28% (el más alto en 20 años), lo cual refleja incrementos generalizados en bienes y servicios.
Hay que aclarar que la guerra inició el 24 de febrero del 2022, por lo cual la inflación alcanzada hasta el mes pasado (0.84% solo en febrero) no debe atribuirse al conflicto armado; las consecuencias de la guerra, Rusia Vs Ucrania, se verán en el índice de precios de marzo en adelante.
Entre los primeros efectos económicos del conflicto bélico, se pueden mencionar los aumentos en los precios internacionales del petróleo (y de otras materias primas y granos básicos). Solo hay que consultar los precios en los mercados globales (no los voy a detallar en este espacio). Es importante agregar que México es fuerte importador de derivados del petróleo, granos básicos y fertilizantes, entre muchos otros alimentos.
Como una primera reacción, por el aumento del petróleo (y en las gasolinas importadas), el gobierno mexicano decidió dar un subsidio a la Magna, Premium y al Diésel, intentando evitar un aumento de los precios de los combustibles. Es muy probable que también se subsidiará el maíz, el trigo y otros productos importados, para evitar que los precios en el mercado interno suban y afecten a la economía popular, sobre todo en el caso de la tortilla.
Pero surgen preguntas ¿Qué es un subsidio? ¿Son buenos o malos los subsidios? ¿Por qué unos países subsidian los combustibles y otros no? ¿Se deben subsidiar los alimentos? ¿Requiere subsidios el sector productivo? Y ¿Son los subsidios la única salida para ayudar a que la economía y a todos los sectores de la población?
Aquí hemos expuesto que la inflación es un fenómeno muy complejo de la economía, porque se relaciona con diversos aspectos y variables; influyen datos geográficos, poblacionales y hasta el clima. Desde luego en México llegan a influir elementos como el crimen organizado en algunas partes del país (ver caso de limón y el aguacate).
Es difícil entrar en detalle y tratar de explicar a dinámica de los precios, pero lo cierto es que la inflación afecta y afectará los bolsillos de millones de personas, deteriora los niveles de vida y genera pobreza si se mantiene sin control por un largo lapso de tiempo. Y cuando decimos “control” hablamos del 3% que no cumple, pero mantiene como meta inflacionaria el Banco de México.
Una decisión de las autoridades, al menos con el precio de las gasolinas y otros combustibles, fue otorgar subsidios. Un subsidio es “una ayuda económica que una persona o entidad recibe de un organismo oficial para satisfacer una necesidad determinada”.
Algunos países subsidian a la agricultura, al sector productivo (con bajas tasas de interés en préstamos), la cultura, la educación, los servicios de salud, la vivienda, tener hijos y hasta la aviación (naciones petroleras venden más barata la turbosina a sus líneas aéreas para que sean más competitivas en precio).
Por ejemplo, en México todas las vacunas que llegaron al país fueron subsidiadas y no pagamos por el producto y su aplicación.
Así que el subsidio se aplica cuando el gobierno otorga dinero, o bien cuando entrega un producto o servicio sin costo (en economía no existe el concepto gratis) o perdona algún costo o impuesto a los agentes económicos que somos todos los que tenemos una actividad productiva, formal o informal.
Los subsidios son buenos en una economía estable y cuando se programan en los presupuestos federales. Son nefastos a una economía cuando se otorgan sin límite, por un tiempo indeterminado; los subsidios generan distorsiones en los mercados y benefician a sectores que no los necesitan.
Tal es el caso de las vacunas, que algunos mexicanos bien pudieron haberlas pagado (claro si hubiesen estado disponibles en el mercado), pero otros casos son más claros: la tortilla, si se subsidia se beneficia a la población pobre, pero también a quienes pueden pagar más por su alta posición económica. La gasolina, se subsidia a quienes tienen auto y tal vez el traslado de mercancías, pero teóricamente, aunque se la gasolina fuese regalada, de todos modos, existiría la inflación, porque como hemos dicho, los precios aumentan por diversos factores.
En Estados Unidos (EE. UU) no se subsidia la gasolina, los consumidores la pagan y lo han hecho por décadas, al precio que se encuentren los precios internacionales del petróleo. ¿Qué pasa en México? Cuando suben los precios del petróleo, la gasolina sube, y cuando han bajado los precios del crudo, la gasolina sube, si leyó usted bien, en México la gasolina nunca ha bajado de precio. ¿Por qué? Pues por la simple razón de que la gasolina es un ingreso y un negocio del gobierno, y además en el precio van algunos impuestos que ahora en esta etapa ha dejado de cobrar para que los precios no suban.
Trataré de explicar un mecanismo muy complejo: el precio de la gasolina incluye un impuesto llamado IEPS (impuesto especial sobre producción y servicios), este impuesto se ha dejado de cobrar al consumidor como un subsidio para que no suba el precio, a pesar de que los precios del petróleo y la gasolina siguen subiendo por efecto de la guerra. Esto se llama también “sacrificio fiscal”.
En los países árabes que son importantes productores de petróleo, no tienen este problema, la gasolina tiene un costo bajo, porque son eficientes y muy importantes productores mundiales. Es decir, no necesitan subsidiar la gasolina. Así que unos países si y otros no.
En el caso de los alimentos, si es posible subsidiarlos y en algunas partes del mundo lo hacen, ya sea otorgando dinero a la agricultura o en los precios finales.
Y en la pregunta sobre el sector productivo, ya explicamos que existen naciones que subsidian a los emprendedores, en especial a la micro, pequeña y mediana empresa. Esto para garantizar su viabilidad y para que puedan competir frente a las grandes empresas. Esto es común en casi todo el mundo.
¿Son los subsidios la única salida? Pues no, las naciones desarrolladas combinan una política de subsidios planeada y ajustada en sus presupuestos, con una estabilidad económica, mercados libre y baja inflación.
Los subsidios son positivos si se planean, se orientan en forma directa a sectores vulnerables, con transparencia y atendiendo prioridades (¿el subsidio a la gasolina es una prioridad?) Cuando los gobiernos no planean y se sacan de la manga los subsidios en momentos de crisis, se puede a crear un problema grave en las finanzas públicas y paso a explicar: el subsidio a la gasolina, tendrá un costo de entre 300 mil y 400 mil millones de pesos (el presupuesto del IMSS para un año) y por ejemplo la cancelación del subsidio a las escuelas de tiempo completo que afectó a 3.6 millones de niños en 27,000 escuelas tenía un costo de 12,000 millones de pesos (un estimado de una semana de subsidio a la gasolina). El subsidio directo, transparente y de prioridad que se daba para ayudar a madres trabajadoras se sacrifica, y se impone otro subsidio más costoso para los automovilistas y transportistas. Esto es bueno o malo, el tiempo lo dirá.
Los países desarrollados otorgan subsidios directos, como los EE. UU que en tiempos de la pandemia otorgaban un cheque mensual de 1,000 dólares a los ciudadanos norteamericanos. Otros lo hacen por la vía fiscal, es decir, las trabajadoras y trabajadores que ganan hasta cierta cantidad de dinero anual no pagan impuestos, o bien el gobierno les hace una devolución de una parte importante (casi 100%) de sus impuestos retenidos en un año.
Existen fórmulas, métodos, sistemas y maneras de dar subsidios. Pero una cosa es clara. Se dan subsidios cuando hay dinero en las finanzas públicas, de lo contrario se genera un déficit en las finanzas del gobierno, que tarde o temprano todos debemos pagar con más impuestos o con más deuda pública.
Estimado lector, son temas muy complejos, pero que afectan nuestros negocios, actividades productivas y los presupuestos familiares y tarde o temprano influyen en nuestras finanzas personales.
Ganar más gastar mejor. – ¿Qué hacer? Utilice lo menos que pueda el automóvil, mueva sus mercancías con viajes programados y bien planeados. Si usted utiliza su vehículo como instrumento de trabajo, haga una planeación de salidas para evitar usar el vehículo toda la semana sin dos o tres días prestablecidos. No desperdicie alimentos. No baje salarios y no suba los precios, porque otros lo hacen, recuerde que el cliente puede acudir a otro prestador de servicios o comerciante. Reduzca costos, por ejemplo, ahorre energía eléctrica, amplié horarios de atención y evite más días de descanso (dos años sin actividad y todavía veo negocios que cierran el sábado al medio día “para descansar”).
Será noticia.- El 24 de Marzo, el Banco de México anunciará su decisión de política monetaria, es probable que determine un aumento en las tasas de interés de referencia (es la tasa que el Banxico cobra a los bancos por prestarles dinero y esto se traduce en más intereses para los ahorradores y más intereses para los deudores); el 24 de marzo se conocerá la inflación de la primera quincena de marzo; el 28 de marzo se informarán los datos de la balanza comercial, al comparar importaciones vs exportaciones; y el 30 de marzo se conocerán los datos nacionales de ocupación y empleo.