Ciudad de México, mayo de 2024. El Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) informó el 07 de mayo que el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) está en estado de emergencia debido a la escasez de generación y la alta demanda. Esto significa que no hay suficientes reservas y el sistema está operando más allá de los límites seguros.
Ante esta situación, es probable que haya cortes en el suministro eléctrico, como los ocurridos recientemente en varios estados de México, viéndose afectados los sistemas fotovoltaicos, ya que se desconectan durante cambios en la red eléctrica.
En un presente afectado por el cambio climático, diversas industrias han optado por tecnologías de generación de electricidad que les permitan reducir su impacto ambiental y optimizar sus procesos. En ese sentido, los Sistemas de Almacenamiento de Energía en Baterías (BESS, por sus siglas en inglés) destacan como una propuesta económicamente atractiva para el aprovechamiento de electricidad y la descarbonización de los negocios.
La instalación de un Sistema de Almacenamiento de Energía en Baterías (BESS), el cual entra en funcionamiento de inmediato durante cortes de energía, permite mantener la operación y con ello evitar o minimizar pérdidas.
“Los negocios que implementan baterías tienen la seguridad de que tendrán electricidad los 365 días del año, sin importar el clima o los recortes en el suministro de energía. Además, ven reflejado un ahorro de hasta el 20% en su gasto anual de electricidad”, afirmó Santiago Villagómez, CEO de Energía Real.
¿Cómo funciona y qué beneficios tiene un sistema BESS?
Los sistemas de almacenamiento de energía son una oportunidad para cualquier compañía que busque un ahorro económico en sus facturas de luz y reduce su impacto ambiental, específicamente, sus emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Para funcionar, las baterías se conectan en sitio a la infraestructura tradicional de la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Una vez instaladas, se recargan cuando la energía es más barata y abastecen la electricidad almacenada en el horario más caro, lo que permite rasurar los picos de demanda del cliente y garantizar un precio por kWh atractivo.
En otras palabras, el sistema BESS favorece la descarbonización de los negocios porque se carga cuando la red eléctrica convencional es menos contaminante, es decir, en horarios de baja demanda.
En el modelo tradicional, el costo de la electricidad se eleva dependiendo de la demanda y de los horarios de consumo. Mediante un sistema BESS, se determina un precio mensual fijo para que el cliente tenga la garantía de su ahorro.
Las baterías también funcionan como una alternativa ecológica a las plantas de luz, que generalmente operan con gasolina (combustible fósil que emite Gases de Efecto Invernadero). Cuando detecta oscilaciones en el voltaje o interrupciones en el suministro de la CFE, se activan en 200 milisegundos, tiempo que es prácticamente imperceptible.
De esta manera, los sistemas BESS son aliados para las industrias, ya que protegen sus maquinarias de los daños causados por los apagones y, por ende, evitan las mermas en sus producciones por alteraciones de voltaje. Esto prolonga la vida del mobiliario de las empresas y les evita gastos por mantenimiento.