Análisis
Dr. Pablo López Sarabia,
Profesor del Doctorado en Ciencias Empresariales en la Universidad Panamericana, CDMX.
Sin sorpresas y en línea con el consenso del mercado, Banxico mantuvo por unanimidad su tasa de referencia en niveles de 11.25%, en su reunión de política monetaria de septiembre de 2023. La decisión de Banxico también coincide con la pausa realizada por la Fed y el Banco de Inglaterra; sin duda, los principales bancos centrales del mundo están batallando con la “estanflación”. Las últimas proyecciones de organismos multilaterales incluido el FMI, muestran un deterioro en las expectativas de crecimiento económico para las principales economías en 2024, al tiempo que las estimaciones de inflación tienen un sesgo al alza fundamentalmente en la parte no subyacente.
En septiembre, las proyecciones de inflación de Banxico aumentaron para 2023, 2024 y 2025; esperando lograr la convergencia al objetivo de inflación hasta el 2T2025. Las estimaciones de inflación general y subyacente tuvieron un alza debido a las presiones por el lado de servicios y a los riesgos en las cadenas de suministros, al tiempo que la inflación no subyacente se encuentra en niveles bajos, pero con presiones al alza, debido a los incrementos en los precios del petróleo asociadas a la reducción de la producción de Arabia Saudita y Rusia. Se esperan presiones en los precios agropecuarios debido al cambio climático y el fenómeno de El Niño.
Banxico enfrenta vientos de frente, ya que existen riesgos de corto y mediano plazo que dificultan el anclaje de las expectativas de inflación. El balance de riesgos publicado en el comunicado de política monetaria de Banxico de septiembre, así como las reflexiones de la quincuagésima tercera sesión ordinaria del Consejo de Estabilidad Financiera, permiten advertir los siguientes riesgos de corto y mediano plazo que afectarán la función de reacción de Banxico, se destacan: i) riesgos de cierre en el gobierno de EUA que dispare de la volatilidad (se tiene un acuerdo bipartidista que mantiene la operación hasta el 17 noviembre), ii) el cumplimiento de las restricciones en la venta de autos de combustión interna y su migración a eléctricos, podría generar presiones de costos, iii) volatilidad en los mercados financieros que puedan afectar la estabilidad financiera, aunque la resiliencia del peso da un respiro, iii) condiciones financieras más restrictivas, iv) deterioro en la calificación soberana dado el déficit y deuda creciente contemplada en el Paquete Económico 2024, que se suma al deterioro de la calificación de Pemex, v) empinamiento de la curva de bonos locales en la parte media y larga de la curva, vi) una eventual salida de flujos de no residentes de los mercados financieros, y vii) riesgos geopolíticos asociados a la guerra de Rusia-Ucrania y las elecciones presidenciales de México y EUA.
En mi opinión, Banxico requerida de usar una retórica adecuada que permita el anclaje de las expectativas de inflación, en un entorno de sesgos al alza para la inflación y un escenario prolongado de pausa en las tasas de referencia de los principales bancos centrales.