La región de América Latina y el Caribe se destaca como líder mundial en generación de energías renovables, siendo responsables de solo el 8.2% de las emisiones globales de CO2e. Este dato resalta su capacidad para ofrecer soluciones sostenibles al mundo, con cerca del 70% de su generación eléctrica proveniente de fuentes renovables, más del doble del promedio global (30%), según un informe de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE).
Potencial Desaprovechado en Energías Limpias
La región cuenta con enormes reservas de recursos sin explotar:
- Hidroeléctrica: Actualmente solo se aprovecha el 30% del potencial disponible.
- Solar: Apenas el 1.2% de la capacidad se utiliza.
- Eólica: Solo el 12% de su capacidad se aprovecha.
Liderazgo en Producción de Biocombustibles
La región tiene un papel crucial en el mercado global de biocombustibles:
- Brasil:
Segundo productor mundial de etanol.
Quinto productor global de biodiesel.
- Otros países destacados: Argentina, Colombia y México. Incluso naciones más pequeñas están participando en la producción.
- Los biocombustibles de primera, segunda, tercera y cuarta generación representan una oportunidad significativa, especialmente el aceite vegetal hidrotratado (HVO), que está ganando popularidad en la aviación.
Hidrógeno Verde y Sostenible: La Nueva Frontera
El hidrógeno verde, producido a partir de energías renovables, emerge como una solución viable para el transporte pesado, marítimo y aéreo. Sin embargo, los costos de producción y adaptación siguen siendo altos, con un equilibrio proyectado para 2030. En esta transición, los biocombustibles se perfilan como una solución más inmediata y económica, dado que requieren menos adaptación en la infraestructura existente.
Desafíos y Oportunidades
- Políticas Públicas Estables: Es esencial establecer regulaciones claras y sostenibles para atraer inversiones a largo plazo.
- Investigación e Innovación: Enfocar esfuerzos en la certificación de biocombustibles e hidrógeno verde y desarrollo tecnológico.
- Captura de CO2: Utilizar CO2 orgánico para producir derivados del hidrógeno y reducir emisiones.
América Latina y el Caribe están en una posición única para liderar la transición energética global, combinando su experiencia en energías renovables y biocombustibles con el desarrollo emergente de tecnologías de hidrógeno. Sin embargo, para materializar este potencial, la región debe implementar políticas públicas consistentes y fomentar la inversión en investigación e innovación.