El alza de precios y la escasez de productos que en las últimas semanas han afectado en gran parte del mundo y que varios especialistas prevén dure varios meses más, hace hincapié en el necesario cambio en las estrategias logísticas, especialmente de todas las empresas involucradas en las cadenas de suministro, con las propuestas de nuevas alternativas para restablecer el servicio de abastecimiento de productos y evitar la afectación de la inflación en la economía global.
En medio de la mayor crisis portuaria mundial en 65 años y con una pandemia implacable que se niega a ceder por completo, A.P. Moller – Maersk está liderando el camino para encontrar soluciones y mejorar la cadena de suministro global. Hay alrededor de 350 portacontenedores en todo el mundo estacionados fuera de sus puertos designados y sin espacio para atracar. Con el 90% del comercio internacional realizado por vía marítima, este problema global no solo está afectando las importaciones y exportaciones, sino que también está creando cuellos de botella logísticos.
Karina Marín Kado, Head of Automotive de Maersk México y América Central, explicó que en gran medida esta afectación deriva de todos los productos que se encuentran dentro de los contenedores de buques que no han podido desembarcar en los principales puertos de Estados Unidos, causando estragos en América Latina directamente. “Estos cuellos de botella incluso provocaron que el Presidente Joe Biden abriera las operaciones 24 horas al día, los 7 días de la semana; pero también se enfrenta la industria a una escasez de choferes de trailers, con lo cual el abastecimiento se ha visto seriamente afectado”.
Resolver este complejo problema no solo depende de las cadenas de suministro sino de los gobiernos, pero los proveedores logísticos como Maersk trabajan en impulsar nuevas propuestas para acelerar el flujo en las cadenas de suministro y evitar las afectaciones para las empresas y los consumidores, quienes tienen que pagar más por los productos y además esperar periodos largos por ellos.
“Es indispensable encontrar rutas para surtir de una forma más eficiente y contar con proveedores logísticos como Maersk que apoyen de forma integral a la cadena de suministro para reducir estos impactos logísticos y conservar una mejor planeación, visibilidad, control y gestión de las cadenas de abastecimiento”, agregó Marín Kado.
Dentro de las soluciones que propone Maersk para implementar en las estrategias de suministro y evitar este colapso el próximo año es usar otros modos de transporte, como barcazas, trenes de bloques, servicios de alimentación, así como el reposicionamiento de embarcaciones de los comercios y optimización de la red. Adicionalmente, y aunque signifique un mayor costo, el reposicionamiento de todos los posibles contenedores vacíos y poner en funcionamiento aquellos que estén obsoletos (destruidos y envejecidos). Además, AP Moller – Maersk ha invertido en la producción de contenedores y barcos, además de incrementar las inversiones en depósitos, camiones y ferrocarriles.
Por otra parte, además de que Maersk ha comenzado a ampliar el horario y días de servicio, apunta a centrarse en los contratos a largo plazo para brindar un mejor servicio a los clientes y limitar el impacto del aumento de las tarifas de flete a corto plazo, cuyo efecto requiere del acuerdo de otras empresas para que esto pueda ser posible.
Según analistas, en México la inflación se ha acelerado más de lo esperado, muy por encima de los pronósticos del Banco de México, que situaban el índice de precios en un 3%. De acuerdo con las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el índice de precios se situó en un 7.37% anual, la mayor cifra desde 2001, año en que la inflación se ubicó en 8.1%.
En este contexto, Maersk ha ido más allá de los puertos, apuntando al desarrollo de la logística end-to-end, que va desde la planta de producción hasta el punto de venta, integrando todos los procesos en la cadena y mitigando los cuellos de botella logísticos.
El presidente de Maersk para la Costa Este de América Latina, Julian Thomas, destaca la importancia de desarrollar la integración en el sector, ya que toda la cadena logística se ve comprometida cuando hay un aumento significativo en el volumen transportado, provocando cuellos de botella en todas las etapas. “Si tenemos un aumento en la demanda de barcos, necesitamos desarrollar los puertos y, en consecuencia, el modal ferroviario, que transportará la carga a otras regiones. Todo está interconectado”, explica.
Para el próximo año, Thomas cree en un mercado más preparado. “Con base en los pedidos realizados actualmente, se espera un aumento de la capacidad de los buques en un 22% del mercado mundial”, señala. La entrega de barcos está programada para el período 2021 a 2025, con el mayor volumen en 2023. En cuanto a la demanda, el volumen debería mantenerse en los niveles actuales de la segunda mitad de 2021, con un aumento previsto de entre un 2 y un 4% en 2022.