Con todo lo que se ha dicho en los últimos días respecto a la iniciativa de reforma constitucional en materia energética promovida por el presidente e impulsada por la CFE, varias personas me han preguntado qué pasa con la energía producida por las grandes hidroeléctrica que tanto promueve el gobierno y si en verdad son energías limpias y renovables.
Primero que nada, me gustaría empezar aclarando que las energías limpias y renovables no son lo mismo, aunque muchas veces el gobierno, ya sea por ignorancia o por pasarse de listos, las usen como sinónimo; incluso, México es uno de los mayores defensores e implementadores del concepto legal de energía limpia a nivel internacional, en otras palabras, las implicaciones medioambientales, políticas, económicas y diplomáticas son bastante diferentes y hasta en ocasiones opuestas entre sí.
Como diría mi hijo de 2 años cuando en la calle ve un coche que se parece al de su mamá, “es igual pero diferente”, así pues, hay de energías limpias a “limpias” y todo depende de cuanto contaminan en su proceso de producción de energía, no importando cuanto contaminen sus residuos y si son dañinos para la salud y medio ambiente; mientras que las energías renovables dependen de que su generación provenga de un recurso inagotable.
En ese sentido y, bajo el concepto de energía limpia y su interpretación, en México podemos incluir dentro del termino de energía limpias pero que no son renovables a las hidroeléctricas, cogeneración e incluso a la energía nuclear, todas ellas al contaminar menos que las energías fósiles se les considera “limpias”, por poner un ejemplo, en el caso de la energía nuclear, la misma no genera excesiva contaminación en su proceso de producción de energía, pero depende de un recurso que se agota y genera desechos radioactivos altamente peligrosos y potencialmente mortales para la salud y medioambiente, por lo cual no se debe de considerar energía renovable.
Lo anterior es relevante para nosotros los mexicanos, toda vez que, cuando se planteó la Reforma Energética en la pasada administración, mañosamente se usaron como sinónimos la energía limpia y la renovable con el objeto de defender intereses particulares, así como para llegar mas fácil y con menor compromiso e inversión a las metas a las que nos comprometimos bajo el Acuerdo de París, sin importar lo que en el fondo es el objetivo principal del Acuerdo, el cual es mitigar el Cambio Climático.
Ahora bien, resulta que la basta mayoría de los países no consideran a la energía hidroeléctrica renovable, toda vez que se requiere para su operación de grandes extensiones de terreno, que en la mayoría de los casos también implica afectación y migración de comunidades mayoritariamente rurales y marginadas, así como daño a los ecosistemas locales, deforestación y sequías, además de que se requiere almacenar grandes cantidades de agua, lo que a su vez también genera la evaporación del recurso mas vital para la subsistencia en nuestro planeta.
¿Entonces, por qué el gobierno y en especial la CFE siguen insistiendo con las grandes hidroeléctricas? Obviamente no es un tema de necedad o falta de conocimiento, la realidad es que al gobierno le gusta las grandes hidroeléctricas porque son más constantes en su despacho de energía que las energías renovables, como son la energía eólica y solar, las cuales considera intermitentes, es decir, que su generación de energía es variable dependiendo del acceso en un momento determinado del recurso renovable, sin embargo, las energías renovables son energías bastante predecibles en términos generales, es decir, se puede determinar con bastante exactitud cuanta energía van a producir en un periodo determinado de tiempo.
¿Cómo se puede solucionar la confiabilidad del despacho de energía generada por fuentes renovables? Pues la respuesta es bastante lógica, por una parte, hay que aumentar la matriz de energías renovables a efecto de no depender solamente de una fuente de generación renovable en un lugar y tiempo determinado y, por otra parte, hay que integrar almacenamiento de energía, es decir, hay que invertir en baterías, ahí es donde entra el litio que es una discusión que dejaremos para otro día.