American Chamber of Commerce of Mexico (AmCham) consideró clave el diálogo constructivo con la iniciativa privada, legisladores y gobierno en su conjunto en la discusión de la aprobación de la Iniciativa de Reforma Eléctrica. Esto con el fin de enfocar la legislación en materia energética en: (i) la economía y salud de los consumidores; (ii) el Estado de Derecho; (iii) la sustentabilidad; y (iv) la certidumbre en el entorno de negocios.
La Cámara hizo un llamado a los legisladores que participarán en el proceso de discusión de la propuesta de reforma constitucional del Ejecutivo Federal, para que antepongan la economía de mexicanos; la competitividad de la industria, que genera 9 de cada 10 empleos; el respeto al derecho humano a un medio ambiente sano y la salud, así como al Estado de Derecho en su conjunto.
La AmCham se dijo convencida de que la mejor forma de fortalecer la seguridad energética y competitividad del país es a través de la participación complementaria de diferentes empresas de los sectores público y privado que, en un ambiente de libre concurrencia y reglas estables, compitan para ofrecer energía limpia, confiable, resiliente y a precios asequibles a los hogares y empresas mexicanas.
De igual manera, puso “a disposición de los legisladores revisores de esta reforma constitucional, así como al Gobierno Federal en su conjunto, el conocimiento técnico de nuestra Red Nacional de Comités.”
“El diálogo constructivo con la iniciativa privada es clave para identificar las mejores alternativas en materia energética para el bienestar de los mexicanos y la competitividad de las empresas, priorizando siempre la prevalencia del Estado de Derecho.”
La preocupación
En comunicado de medios, la AmCham, y las más de 1,000 empresas que representa expresó su preocupación por los efectos que tendría la propuesta de reforma constitucional en materia de energía.
De ser aprobada, afectaría a las familias e industria mexicanas por sus repercusiones medioambientales, económicas y de cumplimiento de compromisos internacionales, particularmente el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).
5 Afectaciones
En medio de un proceso de reactivación económica nacional y regional, en el que México y Estados Unidos realizan esfuerzos conjuntos para la relocalización y desarrollo de cadenas regionales de suministro, esta propuesta de reforma constitucional:
1.-Clima de confianza
Afectará negativamente el clima de confianza y certidumbre necesaria para la recuperación, pues la propuesta de reforma no plantea respetar, hasta su vencimiento, los esquemas regulatorios y contractuales bajo los cuales se realizaron inversiones de largo plazo;
2.-Commpromiso del T-MEC
Contraviene los compromisos establecidos por México en el TMEC al eliminar los órganos reguladores coordinados en materia energética, desaparecer el mercado eléctrico mayorista, imponer cuotas de mercado y la cancelación de contratos privados, entre otros;
3.-Opciones de suministro
Reducirá la diversidad de opciones de suministro eléctrico, lo que genera preocupación en las empresas del sector privado, riesgos de desabasto y podría aumentar el costo final de energía en los hogares mexicanos;
4.-Economía pujante
También, al aumentar potencialmente los costos energéticos de las cadenas productivas en suelo mexicano y afectar negativamente la confianza de los inversionistas, México perdería la oportunidad de ser una economía pujante y competitiva, además comprometería la prosperidad de la región de América del Norte.
5.-Transición Energética
Traslada la Transición Energética hacia un generador único con capacidades limitadas de generación limpia, impidiendo que México logre sus compromisos internacionales en el Acuerdo de París, el Acuerdo en Materia de Cooperación Ambiental entre México, Estados Unidos y Canadá, en el marco del T-MEC y el acuerdo de los Objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sustentable.
El llamado de la AnCham
La AmCham llamó a los legisladores que participarán en el proceso de discusión de la propuesta de reforma constitucional del Ejecutivo Federal, para que antepongan la economía de mexicanos; la competitividad de la industria, que genera 9 de cada 10 empleos; el respeto al derecho humano a un medio ambiente sano y la salud, así como al Estado de Derecho en su conjunto.
Además, la mejor forma de fortalecer la seguridad energética y competitividad del país es a través de la participación complementaria de diferentes empresas de los sectores público y privado que, en un ambiente de libre concurrencia y reglas estables, compitan para ofrecer energía limpia, confiable, resiliente y a precios asequibles a los hogares y empresas mexicanas.
Finalmente, AmCham pone a disposición de los legisladores revisores de esta reforma constitucional, así como al Gobierno Federal en su conjunto, el conocimiento técnico de nuestra Red Nacional de Comités. El diálogo constructivo con la iniciativa privada es clave para identificar las mejores alternativas en materia energética para el bienestar de los mexicanos y la competitividad de las empresas, priorizando siempre la prevalencia del Estado de Derecho.