La energía es un requerimiento vital, es parte de la mayoría de nuestras actividades hoy en día; sin embargo, su vulnerabilidad a las alzas de precio, la falta de modelos energéticos acorde la zona y el difícil acceso a la misma han ocasionado el rezago de algunas zonas, aportando a la desigualdad que afecta a una gran cantidad de países.
Se entiende la desigualdad energética como la disparidad en niveles de consumo y pobreza energética entre hogares con diferente poder adquisitivo. A nivel global un tercio de la población consume dos tercios de la energía producida en el mundo, además los habitantes de EUA, Canadá y países Europeos consumen decenas de veces más energía que los países del hemisferio sur.
En México cerca de 35 mil hogares no cuentan con energía según los datos del INEGI, lo que convierte sus hogares en hogares de extrema pobreza energética; además, existe el caso de los hogares en marginación energética, que reciben energía pero no es suficiente para cubrir sus necesidades, se estima que esta población es del 36% aproximadamente ¿Cómo impacta esto en la sociedad? El hecho de no contar con energía rezaga zonas evitando su desarrollo, esto es un ciclo sin fin en el que por falta de desarrollo estas zonas no pueden permitirse la infraestructura adecuada para el acceso a la energía, lo que las condena a continuar con este problema.
El acceso a energía es fundamental para cumplir con el derecho de una vida digna que nos confiere por ser humanos y se esperaría que los gobiernos prioricen la equidad en este tema que asegura tener un impacto directo en mejorar la calidad de vida. Para el caso de México la pobreza energética está altamente relacionada con la falta de infraestructura de zonas rurales, desafortunadamente hoy en día México no cuenta con los elementos adecuados para enfrentar esta problemática.
La seguridad energética (acceso a la energía para cumplimiento de necesidades básicas) es esencial para que los distintos sectores sociales crezcan; esto se puede lograr de una mejor manera cuando un país cuenta con una matriz eléctrica distribuida de manera diversa. Las inclusión de energías renovables a la matriz, promueve una diversidad en la que existen varias opciones de energía que no sólo funcionan en zonas remotas, sino que incluso funcionan mejor en dichas zonas; como es el caso de la energía solar y eólica, que no sólo son el tipo de energía renovable más desarrollada, si no que han demostrado un gran funcionamiento en zonas remotas que hoy en día resultan de difícil acceso para la infraestructura basada en energía fósil con la que cuenta la red nacional.
México es un país rico en recursos renovables, por lo que la inclusión de energías renovables podría ser una manera accesible de enfrentar la desigualdad energética y asegurar una mejor calidad de vida para la población. Es importante que para lograr esta meta se invierta en infraestructura energética adecuada para las energías renovables, por lo que se espera que para resolver esta situación el gobierno designe presupuesto para promover proyectos de energías renovables así como para renovar la red eléctrica nacional y de esta manera demostrar que su interés está en el bienestar de la población.