La administración del presidente estadounidense, Joe Biden, anunció que ya no aplicará sanciones contra Nord Stream 2, la empresa rusa que construye un gasoducto entre Rusia y Alemania, un proyecto que Estados Unidos había declarado como un riesgo geopolítico para la seguridad.
El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo en una carta al Congreso que la renuncia a las sanciones originales establecidas para Nord Stream 2 AG, con sede en Suiza, que dirige, Matthias Warnig, “está en el interés nacional de los Estados Unidos”.
La medida alivia las crecientes tensiones entre Washington y Berlín en torno al proyecto, que Alemania y otros países europeos consideran crucial para garantizar el suministro de energía a largo plazo en la región.
Los jefes de la diplomacia estadounidense y rusa, Antony Blinken y Sergey Lavrov, se reunieron en la Sala de Conciertos Harpa en Reikiavik, Islandia, al margen de la cumbre ministerial del Consejo Ártico.
Alemania había rechazado la inminente imposición de sanciones por considerarla una injerencia en sus asuntos internos.
El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Heiko Maas, acogió la esperada medida como un paso conciliador.
“Entendemos que las decisiones que se han tomado en Washington tienen en cuenta la relación realmente extraordinaria que se ha construido con la administración Biden”, declaró Maas.
El Departamento de Estado sí aprobó sanciones contra varios buques y pequeñas empresas y organizaciones implicadas en la construcción y administración del oleoducto.