Dr. Pablo López Sarabia, profesor-Investigador de la División de Ciencias Económico Administrativas (DICEA), Universidad Autónoma Chapingo.
En su decisión de política monetaria del mes de mayo de 2025, Banxico recortó de nueva cuenta la tasa de interés interbancaria a un día, a pesar de que sus pronósticos de inflación general y subyacente tuvieron incrementos en el corto plazo. Sin duda, el banco central está aprovechando la pausa arancelaria de la administración Trump 2.0 y que la tasa de interés real exante se encuentra en terreno restrictivo; aunque cada vez se cuestiona más, si Banxico realmente tiene un objetivo de inflación del 3% o en sentido estricto, asume un rango de 2% al 4%. En la reunión del 26 de junio Banxico espera realizar otro recorte de 50pb.
Banxico en línea con su “guía prospectiva” recorta de manera unánime, otros 50pb, su tasa de referencia a un día, para ubicarla en 8.5% aprovechando la pausa arancelaria de Trump 2.0 y que la tasa real exante se encuentra en terreno restrictivo. El recorte de 50pb materializado en su reunión del 15 de mayo, es consistente con la comunicación de Banxico. Aunque llama la atención que se realizaron ajustes al alza en las proyecciones de corto plazo de la inflación general y subyacente, mostrando el impacto de la política arancelaria de la administración Trump 2.0. En este entorno, el balance de riesgos para el crecimiento se encuentra a la baja, ya que la economía de México se encuentra débil y el arrastre de la economía de EUA parece limitado. A lo anterior, se debe sumar la incertidumbre sobre la disrupción en las cadenas de suministro y los flujos comerciales, al tiempo de mayores riesgos geopolíticos como las tensiones entre la India y Pakistán.
Banxico confirma que seguirá con su ciclo de recortes en 2025, ya contempla otros 50pb para su reunión del 26 de junio. Banxico espera llevar su tasa de interés real exante a terreno neutro, aunque por el momento se encuentra en terreno restrictivo y con un balance de riesgo para la inflación al alza. Lo anterior se debe a la persistencia de la inflación subyacente, aumentó en el precio de las mercancías, presiones de costos y choques de oferta asociados al cambio climático; aunque se espera que la convergencia a la inflación se logre a finales del 3T2026. La volatilidad en los mercados financieros persiste, aunque el peso muestra resiliencia al apreciarse en lo que va del año 5.3%, reduciendo los efectos de traspaso del tipo de cambio a la inflación. En apego a su “guía adelantada”, Banxico seguirá bajando su tasa de referencia en lo que resta del 2025, para cerrar en niveles de del 6% en mi escenario central.
Banxico tiene desafíos de comunicación en su postura de política monetaria, ya que llevamos varios meses en que la inflación se encuentra muy alejada del objetivo puntual de la inflación del 3%. En el comunicado de política monetaria de mayo, se sugiere que Banxico asume el rango de variabilidad como objetivo 3% +- 1%, al señalar que la inflación se llevará al promedio histórico pre pandemia de COVID-19. Sería momento, para que Banxico sea explícito en su meta de inflación; en EUA hace algunos años la Fed señaló de manera puntual que su objetivo de inflación sería del 2% en promedio.