Al menos 128 proyectos, con una inversión por 35 mil millones de dólares se encuentran estancados por falta de permisos, y que implicarían la generación de entre 100 y 150 mil empleos, aseguró Roger González Lau, presidente de la Comisión de Energía del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Durante el “Siemens Energy Innovation Days”, precisó que en general la Iniciativa Privada (IP) cuenta con un portafolio de 330 a 340 proyectos en el sector energético; con inversiones por 100 mil millones de dólares y la generación de 500 mil empleos.
Este portafolio ya se presentó y está a la espera de una resolución. Detalló que, del total de proyectos, 128 proyectos están “listos para arrancar en el momento en que se destraben los permisos”. Podrían iniciarse en 60 días a tres meses.
Puntualizó que esos proyectos se centran entre sectores: hidrocarburos, con inversiones por 10 mil millones de dólares; gas, con 11 a 12 mil millones de dólares de inversión y electricidad, con 14 mil millones de dólares, aproximadamente.
En ese sentido, el presidente de la de la Comisión de Energía del CCE, hizo un llamado al gobierno federal a sentarse a dialogar, para determinar cómo puede contribuir la IP al desarrollo de infraestructura energética. Consideró que los retos en materia energética no solo son del gobierno y/o de la IP, sino de todos los mexicanos.
Riesgo de judicializar el sector energético
Roger González Lau, descartó la posibilidad de un riesgo de judicializar el sector energético. Sin embargo, lamentó que los empresarios tengan que recurrirá instancias legales, que en el caso de la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) acumula 250 amparos y 180 suspensiones definitivas.
“Es una pena, la IP no se dedica a interponer amparos, sino a contribuir a construir infraestructura energética”. “Es tiempo y recursos que no ayudan a la soberanía ni a la seguridad energética del país.”
Destacó la importancia de dialogar para encontrar la mejor manera de ajustar la regulación, las leyes son mejorables. Se necesita estabilidad y certeza jurídica. “No se vale tomar acciones donde solamente causen otros problemas”. Con los cambios a la regulación, solo se “incrementa la falta de confianza en los inversionistas.”
Invertir en almacenamiento para lograr seguridad y soberanía energética
México debería aprovechar la capacidad y la tecnología y mano de obra que tiene Estado Unidos para procesar petróleo y refinar allá. Como parte de una simbiosis que deberíamos estar siendo inteligentes y aprovechando. “Fabricamos autos y tú maquila mi petróleo”, señaló González Lau.
No está faltando como país tomar esa ventaja y dejar de verlo como una desventaja, es un riesgo de soberanía energética sí, pero no es un riesgo nuevo. Y con in versiones más inteligentes, y una política más adecuada, se puede mitigar el riesgo.
Además, es importante invertir en infraestructura de almacenamiento, tal como lo ha realizado Estados Unidos que basa su soberanía y seguridad energética en este punto. Y es lo que deberíamos estar haciendo en México.
“Mil millones de dólares u ocho mil millones de dólares invertidos en un proyecto de infraestructura de largo plazo, que tiende a ser obsoleto en la siguiente generación, incluso en la nuestra”. Serían mucho más efectivos si se canalizaran en terminales de almacenamiento, en transporte de gas y gasolinas
Explotar reservas de gas, otra oportunidad
Una ventaja más es explotar las reservas de gas. Hay una gran oportunidad ahí, enfocarnos a invertir en almacenamiento para mitigar nuestras debilidades de seguridad y soberanía, dijo el presidente de la Comisión de Energía del CCE.
A diferencia de las tecnologías de hace año, hoy se cuenta con variedad de ellas con mucho menos impacto ambiental, que se pueden aprovechar para la explotación de gas, que es el principal combustible para generar electricidad, y del que depende nuestro país casi en su totalidad de Estados Unido.
Finalmente, consideró que, ante la incertidumbre generada con la modificación de las leyes en los últimos meses, no solo se corre el riesgo de que las inversiones se vayan a otras naciones, sino también de quedarnos, una vez más, atrás en infraestructura y, por tanto, en seguridad y soberanía energética.