Las microempresas desempeñan un papel esencial en la economía global, ya que aportan innovación y empleo. En este contexto, el acceso al crédito potencia el crecimiento y la sostenibilidad de estas compañías.
Datos de la Asociación de Emprendedores de México (ASEM) estiman que el tiempo promedio que una empresa requiere para volverse rentable es de 1.8 años. Sin embargo, aquellas con más de diez empleados necesitan, al menos, 2.4 años. El acceso a capital durante este periodo de tiempo, los tres primeros años de vida, es fundamental, tanto que, el 58.6% de las empresas recurre a crédito o préstamo para financiar su operación.
Este impulso financiero no solo mejora su capacidad de producción y distribución, sino que también les permite invertir en capacitación para su personal, diversificar servicios y productos, adaptándose así a las demandas de un mercado en constante cambio.
“Gracias al crédito, las microempresas pueden ampliar su inventario, invertir en tecnología o comprar maquinaria o herramientas necesarias para su operación. El crédito también les permite mejorar su flujo de efectivo, proporcionar un colchón financiero para cubrir gastos imprevistos y aumentar su rentabilidad a largo plazo”, explica Alberto Bonneti, CEO de YoFio, plataforma de tecnología financiera que busca apoyar a los micronegocios a través de créditos inmediatos de capital de trabajo.
Para YoFio, el crédito no solo beneficia a los empresarios de manera individual, sino que contribuye al desarrollo económico y sostenible de la comunidad. Al fomentar la creación de empleo, estimular la innovación y aumentar la competitividad. Las microempresas se convierten en motores de crecimiento que generan un impacto económico duradero. Retos titánicos
Durante este año, las microempresas se enfrentarán a una serie de desafíos en materia de obtención de crédito. De acuerdo con YoFio destacan:
1. Menor oferta de crédito
Uno de los principales retos que enfrentan las microempresas es la disponibilidad de crédito asequible y accesible. Con la incertidumbre económica causada por factores como la inflación, los cambios en las políticas gubernamentales y la volatilidad del mercado, las instituciones financieras tienden a ser más cautelosas al otorgar crédito, lo que puede dificultar que las microempresas obtengan los fondos necesarios para crecer.
2. Historial crediticio poco robusto
La falta de historial crediticio sólido y activos que funjan como garantía para los préstamos, son los principales problemas que enfrentan las microempresas para tener acceso a financiamiento tradicional. A menudo, estas son operadas por emprendedores que no cuentan con activos o garantías para respaldar un préstamo, ni tienen historial crediticio.
3. Condiciones poco favorables
Estas carencias que tienen los micronegocios para cumplir con los requisitos estrictos que requiere la industria financiera tradicional, lleva a los emprendedores a buscar fuentes de financiamiento que tienden a ofrecer condiciones muy poco favorables. En ocasiones, los créditos a los que tienen acceso pueden ser demasiado caros, con tasas de interés que los vuelven incluso un riesgo importante para la operación del negocio.
4. Informalidad del negocio
Muchos microempresarios operan en la economía informal, lo que significa que no tienen una estructura legal formal para su negocio. Esto dificulta la demostración de ingresos consistentes o la presentación de documentos financieros que respalden su capacidad de pago.
5. Ingresos fluctuantes
Muchos microempresarios experimentan ingresos irregulares o estacionales, lo que puede dificultar la evaluación de su capacidad de pago por parte de los prestamistas. Incluso si tienen un historial crediticio limpio, los prestamistas pueden ser resistentes a otorgarles crédito debido a la incertidumbre sobre su capacidad para hacer pagos regulares.
“Para abordar estos desafíos, las microempresas pueden recurrir a empresas fintech que abordan el crédito de manera alternativa. Por ejemplo, donde el análisis de riesgo tome en cuenta variables más aterrizadas al negocio y a la persona. Pero también es importante que busquen mejorar su educación financiera, para que puedan tener más herramientas para evaluar la oferta de créditos disponible para ellos y eviten caer en empresas poco confiables o abusivas.
A medida que las microempresas utilizan y pagan préstamos de manera responsable, pueden construir un historial crediticio sólido, lo que les facilita el acceso a financiamiento adicional en el futuro y en términos más favorables para ellos”, concluye el CEO de YoFio.