Dr. Pablo López Sarabia, profesor-Investigador de la División de Ciencias Económico Administrativas (DICEA), Universidad Autónoma Chapingo.
El crecimiento económico será impulsado por EUA y un entorno de recortes de tasas de interés de los principales bancos centrales. La balanza comercial petrolífera seguirá deficitaria y el gasto en programas de becas y pensiones seguirá en una trayectoria ascendente; mientras los riesgos asociados a PEMEX y su deuda podrían afectar la deuda soberana; las finanzas públicas presionadas ante la falta de una reforma fiscal y altos pasivos laborales y transferencias.
El crecimiento económico proyectado para 2025 por Hacienda es más optimista que Banxico. Los Pre-Criterios Generales de Política Económica 2025 publicado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en marzo pasado, estima un crecimiento de entre 2% y 3%; mientras que, en su más reciente Informe Trimestral, el Banco de México (Banxico) pronostica un crecimiento de entre 0.7% y 2.3%, siendo su punto medio similar a la proyección puntual de 1.5% de la Perspectiva de la Economía Mundial del Fondo Monetario Internacional de enero pasado. El optimismo proyectado por SHCP en 2025 puede explicarse por: i) un crecimiento de EUA resiliente (2.1% en línea con la Fed), ii) la tasa de Fondos Federales de EUA con recortes acumulados de 120pb, iii) la tasa de referencia de Banxico acumulando bajadas por casi 400pb, iv) sector exportador en auge apoyado por la producción industrial de EUA, y v) entrada de inversión extranjera directa significativa asociada al Nearshoring. Por lo que respecta al crecimiento económico para 2024, la SHCP y Banxico están estadísticamente en línea, entre 2.5% y 3.5% para el primero y entre 2.2% y 3.4% para el segundo.
Ingresos petroleros con tendencia a la baja en 2025, se espera sean del 2.7% del PIB; mientras que el precio de la mezcla mexicana de crudo se proyecta en 58.4 USD/bbl. La SHCP estima que, en el año en curso, la mezcla mexicana de crudo estará en 71.3 USD/bbl significativamente por arriba del precio presupuestado 56.7 USD/bbl, situación que se explica en gran medida por: i) recortes a la producción de crudo por la OPEP+, ii) las tensiones geopolíticas en medio oriente y iii) afectaciones en las rutas de los cargueros petroleros y su impacto en los costos de transporte. En 2025, la fórmula establecida para la determinación del precio del crudo de exportación da un precio de 58.4 USD/bbl, con una producción que sigue bajando y se busca estabilizar en alrededor de 1.86 millones de barriles diarios con una plataforma de exportación de 958 mil barriles diarios. El menor precio proyectado se explica por un descenso en la demanda mundial de crudo, encabezado por una desaceleración económica de China. Los inventarios comenzarán a recuperarse en un entorno donde la producción de crudo de EUA alcanza ya los 13 millones de barriles diarios. La balanza comercial petrolera seguirá con su tendencia deficitaria, ya que se estima que el precio del Gas Natural se ubique en 2025 en 3.5 USD/MMBtu superior a los 2.5 USD/MMBtu contemplado para el 2024.
Los riesgos financieros seguirán en 2025, con un gasto no programable del 7.3% del PIB y un costo financiero de 3.4% del PIB; la calificación crediticia de PEMEX seguirá siendo un factor de incertidumbre para la calificación soberana de México. Aunque los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) para 2025, se estiman en 3% del PIB, significativamente por debajo de los 5.9% proyectados para 2024. Las presiones para las finanzas públicas persisten, en un escenario donde se descarta una reforma fiscal e incrementos de impuestos en términos reales, pero el gasto programable se mantiene al alza, en programas de becas y pensiones que superan los gastos en infraestructura hídrica o salud por mencionar algunos. Aunque es positivo el programa de transferencias, su financiamiento será un desafío en los próximos años, dado el endeudamiento de empresas productivas como PEMEX y los amplios pasivos laborales que se deben enfrentar. La deuda medida por el Saldo Histórico de los RFSP se ubicará al cierre del 2025, en 50.2% del PIB.
El balance de riesgos para la economía mexicana se encuentra en mi perspectiva equilibrado para el 2025, pero no se descarta que el cambio climático se convierta en el Cisne Negro. La desaceleración de la inflación, el optimismo por el Nearshoring, la resiliencia del sector financiero bien capitalizado y con bajos niveles de morosidad, la expectativa de mejores condiciones financieras ante recortes en las tasas de referencia de los bancos centrales, así como un peso fuerte en un entorno de remesas que crecen a niveles históricos. Son elementos que parece compensar los riesgos geopolíticos y electorales, incertidumbre en precios de materias primas y alimentos, así como disrupciones en las cadenas de suministros; aunque sin duda el mayor riesgo se encuentra en los impactos económicos del cambio climáticos, la ciberseguridad y la Inteligencia Artificial.
Ramses Pech, especialista del sector energético, no ve con buenos ojo el escenario 2025.