La sostenibilidad no solo es una opción ética, sino también una estrategia a largo plazo para garantizar la viabilidad de las operaciones de las empresas, sostuvo Víctor Medellín, instructor de BSI Group.
De acuerdo con un estudio de BSI, hasta hoy la sostenibilidad se considera en algunos rubros una cuestión de reputación menor y recibe poca atención ejecutiva; en muchas empresas se realizan prácticas de sustentabilidad y ambientales, pero sin entender lo que en realidad significa para el desempeño empresarial.
El instructor de BSI mencionó que “algunas de las mayores barreras que enfrentan las empresas son obstáculos internos, sobre todo la ausencia de objetivos estratégicos de acciones sostenibles.
Además de esto, prevalecen funciones dominantes como finanzas, ventas y marketing que a menudo están encerradas en esquemas de incentivos que recompensan y, por lo tanto, perpetúan comportamientos orientados al corto plazo. Ello puede estar en desacuerdo con el logro de objetivos más sostenibles a largo plazo.
En 1992 BSI reunió a expertos e innovadores de la industria para crear el primer estándar ambiental del mundo el BS 7750, para acordar que las mejores prácticas cubrieran una amplia gama de los problemas de sostenibilidad que, hasta hoy, enfrentan las organizaciones de todos los tamaños.
Desde entonces, la organización con presencia en casi todo el planeta ha trabajado con la industria, los gobiernos y las empresas en 6 áreas clave:
1.-Ambiente: Ayudándoles a comprender el impacto que los productos, los servicios y la cadena de suministro tienen con el ambiente.
2.-Energía: buscar introducir sistemáticamente acciones para reducir el consumo de energía y optar por fuentes de energía renovable.
3.-Emisiones de gases de efecto invernadero (GEI): lograr administrar favorablemente las emisiones de gases de efecto invernadero como resultado de las actividades, producto y/o servicios.
4.-Social y Ético: Impulsar la responsabilidad social a través de actividades que tienen un impacto positivo en la sociedad, incluyendo antisoborno, cumplimiento, esclavitud moderna, etc.
5.-Optimización de recursos: Evaluar, medir, informar sobre consumo de recursos naturales y la gestión de activos.
6.-Biodiversidad: Medir la salud, el mantenimiento y mejora del ecosistema.
Para BSI estas prácticas deben de impulsar el crecimiento de las organizaciones de manera equilibrada con su entorno, además de conseguir las siguientes metas:
– Reducir los costos operativos y la cantidad de desperdicios.
– Al ser un proveedor respetuoso de las buenas prácticas, también se convierte en un aliado estratégico altamente recomendable para emprender nuevos negocios y acrecentar alianzas.
– Obtener ventajas competitivas al asumir el liderazgo en cuanto la sostenibilidad.
– Estar a la vanguardia de las cuestiones regulatorias y de responsabilidad a través de cumplimiento proactivo
– Crear una imagen de marca positiva, comunicando y gestionando cuestiones ambientales, sociales y éticas
– Amplía las credenciales ecológicas en licitaciones y oportunidades de negocio
Hasta el momento, BSI ha desarrollado varias normas y estándares relacionados con la sostenibilidad y la gestión ambiental que pueden ser aplicables en México y a nivel global.
Es importante señalar que los estándares pueden evolucionar con el tiempo, además de que las autoridades y organizaciones relevantes en México pueden tener normativas específicas que las empresas deben cumplir para abordar el impacto ambiental.
“En BSI, hemos trabajado con organizaciones para ayudarlas en beneficio de sectores estratégicos, en México y LATAM, para combatir el impacto ambiental, en aras de cumplir con los objetivos de la ONU en la materia”, puntualizó Medellín.