Dr. Pablo López Sarabia, profesor-Investigador de la División de Ciencias Económico Administrativas (DICEA), Universidad Autónoma Chapingo.
Javier Milei, el nuevo presidente de Argentina anunció un agresivo programa de ajuste económico a días de tomar el mando. En el corto plazo, aumentará la inflación, el desempleo y la volatilidad cambiaria, al tiempo que contraerá significativamente la economía; los beneficios del plan de ajuste son inciertos y de materializarse se verán en el largo plazo.
Los desequilibrios en la economía argentina se han acumulado y es momento de pagar la cuenta, los ciudadanos son los que tendrán que cubrir gran parte del costo lamentablemente. Las decisiones económicas y políticas de los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández han acumulado desequilibrios económicos y financieros que tarde o temprano alguien tenía que pagar y ese momento ha llegado; aunque el entorno internacional no es el más favorable, dada la estanflación en las principales economías avanzadas y emergentes (destacando China), al tiempo que las políticas monetarias restrictiva a nivel global han incrementado los costos de financiamiento y provocado que las condiciones financieras más apretadas, limiten el acceso al crédito en condiciones preferenciales. La disrupción en el discurso del nuevo presidente de Argentina, Javier Milei, que ilusionó a muchos, ahora toma acciones para cumplir sus promesas de campaña, aunque el camino no será fácil y tendrá que sortear obstáculos en el Congreso de mayoría opositora.
El presidente Javier Milei opta por un programa de “choque económico” con relación a un ajuste gradual, la jugada parece una gran apuesta para su gobierno, aunque los costos de fallar son muy altos, todo indica que ya no hay espacio para postergar el ajuste de la economía sudamericana. La economía argentina mantiene un creciente déficit fiscal que es financiado con emisión monetaria, la base monetaria creció el último año 102%, mientras que el déficit en cuenta corriente y la debilidad del peso argentino ha mermado las reservas internacionales, las cuales cayeron 47% el último año, para ubicarse en niveles de 21 mil millones de dólares. La inflación sigue galopante y moviéndose en rangos de 140% a 160% a tasa anual. Las sequías han mermado la producción agropecuaria y las restricciones a la exportación de carne han reducido los ingresos, a lo que se sumó en el gobierno de Macri, una salida de capitales, corridas cambiarias y desequilibrios en la balanza de pagos. Lo anterior, llevó al gobierno a solicitar un paquete de ayuda al FMI de alrededor de 57 mil millones de dólares de los cuales, se liberaron alrededor de 44 mil millones de dólares, convirtiéndose en una carga significativa para la economía sudamericana, en un entorno de altas tasas de interés y limitado acceso al financiamiento.
Las 10 acciones anunciadas por el gobierno de Javier Milei provocarán en el corto plazo, una contracción de la economía, mayores niveles de inflación y pérdidas de empleo; aunque el equilibrio de las finanzas públicas y la estabilidad cambiaria se dará en el largo plazo, con un gran nivel de incertidumbre y con baja probabilidad de dolarizar la economía o eliminar al banco central de Argentina. Además de que el ministro de economía, Luis Caputo genera algunas dudas sobre su capacidad de llevar a buen puerto a la economía, dado sus resultados como funcionario público años atrás. Entre las acciones a destacar se encuentran: i) establecer el tipo de cambio en niveles de 800 pesos por dólar, lo que representa una devaluación del 50% con sus posibles impactos en la inflación, ii) reducción de la burocracia, que implica recortar 50% de los cargos jerárquicos y 34% de los cargos políticos, con la intención de reducir el déficit fiscal que es financiado con emisión monetaria, iii) reducir las transferencias del Estado a las provincias, iv) no licitar nueva obra pública y cancelar las licitaciones aprobadas, pero que aún no inician, situación que debe reducir la inversión pública y la dinámica en el sector de la construcción, v) reducir los subsidios a la energía y el transporte sobre todo en la ciudad de Buenos Aires, vi) reemplazar el Sistema de permisos de importación, para no requerir de licencias y vii) duplicar la asistencia a las familias con hijos y los recursos de la tarjeta alimentaria, para paliar los efectos del ajuste entre los miembros de la población más vulnerables y pobres.
El programa de ajuste del presidente Milei, tiene el apoyo del FMI, pero no garantiza su éxito por sí mismo, ya que la implementación representa desafíos significativos, al tiempo que tendrá costos sociales significativos en el corto plazo. Los resultados que tenga la economía argentina servirán de experiencia para otras economías latinoamericanas y emergentes que tienen desequilibrios significativos como es el caso de Venezuela. Mi escenario central es que las acciones del presidente Milei generarán una estanflación significativa en los próximos meses; mientras los beneficios como el fortalecimiento del mercado cambiario, reducción de la inflación y equilibrio de las cuentas públicas y externas se dará con gran incertidumbre hasta finales de 2025.