El término GOAT -acrónimo para Greatest Of All Times- se ha hecho popular en el mundo del deporte desde hace algunos años para hacer referencia a los mejores deportistas en la historia de sus disciplinas. En México yo creo que existe una terna por encima del resto: Fernando Valenzuela, Hugo Sánchez y Julio César Chávez -los ordeno por su nombre de pila para no sesgar la opinión del lector-, y todos ellos coincidieron en el tiempo (80s y 90s) en lo que se consideró como una época de oro para el deporte mexicano.
México como país tiene una historia -independiente- de 213 años (considerando la fecha del grito de independencia que dio Miguel Hidalgo, aunque algunos puedan considerar la fecha de consumación de la misma como el inicio de la vida “formal” de nuestro país hasta el 27 de septiembre de 1821) y haciendo el símil con los deportistas mexicanos, me es más complicado encontrar una terna de figuras históricas -importante señalar sus virtudes y defectos como cualquier ser humano- que puedan ser catalogadas como The GOAT, por sus logros y aportaciones a nuestra nación.
Sin embargo, creo que el legado de todos los personajes relevantes en la historia de México que han dado forma al país en el que vivimos actualmente (insisto más allá de sus virtudes y defectos) son las características que definen desde mi punto de vista a la mayoría de los mexicanos: la valentía, la dignidad, la libertad, la lealtad, la alegría, la empatía, la familia y la humildad.
En el sector energético no podemos hacer una excepción a nuestra realidad histórica, tenemos que ubicarnos alrededor de 1860 cuando aparecen indicios de los primeros eventos que iniciaron la actividad petrolera en México y posteriormente alrededor de 1880 cuando se tiene registro de la primera planta de generación eléctrica dentro de nuestro país; importante resaltar que como nación independiente la actividad energética inició durante el primer siglo de nuestra historia.
Regresando a los 3 íconos del deporte mexicano, les comparto una breve reseña de cada uno de ellos (ahora los menciono en el orden inverso al que los presenté): “el César del Boxeo” fue campeón en tres divisiones diferentes, enfrentó a los mejores boxeadores del mundo en su peso y consiguió más de 100 victorias como profesional; “el Niño de Oro que se convirtió en el Pentapichichi” fue bicampeón del futbol mexicano con los pumas de la
UNAM, posteriormente ganó prácticamente todo con el Real Madrid -incluyendo 5 títulos de máximo goleador en España- y anotó 315 goles en la década de los 80s; y finalmente, “el Toro de Etchohuaquila” que fue bicampeón de la Serie Mundial jugando para los Dodgers de los Ángeles, Cy Young y novato del año en la misma campaña, y convirtió su icónico número 34 en una leyenda para el beisbol mexicano.
Ahora bien, más allá de que nuestro sector energético empezó a funcionar principalmente con empresas privadas -mayoritariamente extranjeras- hacia finales del siglo XIX y principios del siglo XX, la revolución mexicana y la consolidación de nuestro país como nación independiente después de la misma, hicieron que la relevancia de dicho sector para nuestra población generara una mayor participación del estado mexicano para lograr su consolidación.
En particular -y sin entrar en temas políticos y áreas de evidente mejora en ambos casos en la actualidad- es importante señalar que la creación de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en 1937 y de Petróleos Mexicanos (PEMEX) en 1938, fueron los hitos más importantes durante el siglo pasado que permitieron sentar las bases tanto en electricidad como en hidrocarburos del mercado energético que tenemos actualmente en nuestro país.
Durante el presente siglo, la apertura del sector a la participación de empresas privadas nuevamente -tanto nacionales como internacionales- ha permitido el incremento de la inversión en el sector, el acceso a mejores tecnologías que se usan en otras partes del mundo; y, sobre todo, la búsqueda de incrementar la competitividad en aras de tener una mejor oferta energética para todos los usuarios mexicanos.
A pesar de la enorme popularidad de Julio César Chávez y de Fernando Valenzuela, de la gran trayectoria de ambos que puso el nombre de México en lo más alto tanto en el boxeo como en el beisbol; desde mi punto de vista, Hugo Sánchez es The GOAT dentro del deporte mexicano por sus logros y por la trascendencia del futbol como deporte nacional en nuestro país (sus goles en la década de los 80s lo ponen al nivel actual de lo que han hecho como goleadores Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Kylian Mbappé o Erling Haaland).
Concluyo esta analogía entre el deporte mexicano y el sector energético de nuestro país con varias reflexiones importantes para el lector:
Primero que nada, resaltar el avance del sector en sus primeros 150 años de historia y los cambios importantes que se han dado en las últimas tres décadas.
Posteriormente, hay que destacar que los retos y las áreas de oportunidad tanto en hidrocarburos como en electricidad tienen que ser resueltos de manera conjunta por el gobierno y por la iniciativa privada alineando sus objetivos e incentivos.
Considerando únicamente aspectos técnicos, el uso de la mejor tecnología disponible a nivel mundial para las 2 empresas productivas del estado implica una convivencia más equitativa, justa y sana con el sector privado para poder ofrecer precios más competitivos de los energéticos en nuestro país.
Finalmente concluyo mi columna con una terna interesante para usted amigo lector: ¿Quién es The GOAT en el sector energético mexicano? a través de su historia y considerando la realidad actual: PEMEX, la CFE, ¿o algún otro jugador?
VICTOR LUQUE / FINANCIAMIENTO ENERGÉTICO
SOCIO – ATIK CAPITAL
PRESIDENTE DEL CONSEJO DE HABITAT PARA LA HUMANIDAD MÉXICO EXCONSEJERO NAFIN, BANCOMEXT, BANOBRAS, CFE Y CONAVI
CATEDRÁTICO DEL ITAM DESDE 2004