Esta semana que pasó estuvo llena de datos para las economías mundiales, mostrando crecimientos relativamente buenos, caídas de inflación y un incremento en las tasas de interés, y estas últimas beneficiaría a los bonos de gobiernos, incentivando a que los inversionistas compren, y permitan que tengan flujo de efectivo, para poder cubrir el gasto que no tendrán por los ingresos programados en sus presupuestos.
La realidad, el crecimiento, es un dato relativamente bueno, y al final de cuenta resulta que tendrá que ser tirado a la basura en el corto plazo. Debido a que este incremento, en el crecimiento económico de los países, no sirve hoy día[1].
El crecimiento positivo indica principalmente: La gente sigue comprando en el mercado bienes, insumos y servicios, sin importar tener una inflación alta, y que apenas está cediendo. Esta percepción (ficticia), ha indicado a los productores, industria, comercio y todos: “La gente sigue gastando”.
Pero las empresas minoristas (tiendas de servicios), han empezado a ser más cautelosos, derivado de que ha surgido una incógnita en el mercado, y está directamente intrínseca con el consumidor. Esta nueva variable, y pregunta inicial que tienen todos los mercados: “El poder adquisitivo de las personas está incrementando, o se están volviendo más selectivos en el qué comprar y para qué comprar”.
La depresión económica individual ha empezado y esto está agravando y derivando en la gente está por dejar de tomar créditos hipotecarios, disminuir el uso con tarjetas de crédito. Así mismo, las empresas, de igual forma, están pensando en dejar ciertos proyectos, y después del segundo trimestre del 2023 poder retomarlos. Esperando que las tasas de interés en los bancos centrales, empiecen a disminuir. Hoy no conviene hacer un proyecto nuevo, a tasas altas que hoy día están habiendo, debido a que al final al operar el costo, tendrá que ser trasladado al usuario final, y esto adicionaría, en el futuro, puntos porcentuales a la inflación.
El crecimiento económico, hoy día, no indica una economía estable, gesticula que no hay control de todas las variables a estabilizar en una economía. Principalmente que la gente, no tiene y no quiere gastar, en necesidades que no dan un bien a corto plazo. Ahora los bancos, podrían enfrentar una crisis de flujo, al no haber a quien prestar o financiar, ocasionará un estancamiento momentáneo, en función de cuanto dure la recesión técnica, que Estados Unidos hará para bajar más la inflación, y no subir más allá del 6% a la tasa de interés.
México, está perdido en oscurantismo, al no poder identificar entre una variable buena, a una de tendencia natural por los mercados. Esto fue comprobado en esta semana; nuestro socio comercial dentro del TMEC, el país de las barras y las estrellas, tuvo un crecimiento económico positivo, y caída de inflación mayor a lo esperado, y lo mismo sucedió en México. Pero con la única diferencia que el dólar, es una moneda estable, y la de mayor utilización, para transacciones financieras y comerciales. En este punto es importante dejar en claro, la moneda mexicana, está estable y positiva, respecto al dólar. Derivado de tener circulando suficientes divisas en dólares, principalmente por las remesas[2].
Pero aquí hay un punto de inflexión adicional, y que deberá ser considerado por la administración actual de México: La balanza comercial en 2022, el déficit, ha crecido casi dos veces el valor respecto al 2021 al mes de septiembre. Esta tendencia podría aumentar, y ser la de mayor, en las últimas dos décadas al cierre de este año.
El total de divisas entre remesas, turismo y exportación de crudo representan alrededor del mes de septiembre de 87 mil millones de dólares[3] (1.7 billones de pesos = presupuesto a protección social), y los cuales 25 mil millones, son retornados a los mercados internacionales, derivado del déficit de la balanza comercial. Es decir, 62 mil millones, quedan en la economía. Indicando, no necesita el Banco de México subastar o colocar dólares en el mercado, para cubrir la demanda de esta moneda.
México, debe continuar siendo un socio comercial de Estados Unidos, derivado a que esta potencia mundial, tiene una balanza comercial en las últimas décadas[4] negativa en todos los meses, debido a que es un mercado en crecimiento continuo, y a donde los consumidores tienen un alto poder adquisitivo y necesitan pocos dólares para importar productos, insumos o servicios. México, en cambio, ha sido positiva en 2020, pero ésta ha regresado a la tendencia real, que ha fluctuado en forma mensual entre 2,000 a 4,000 millones de dólares, en forma negativa. En 2022, el rango a pasado a 4,000 a 6,000 millones en una mayor proporción.
Ahora que ha sido aprobado el presupuesto del 2023 por parte de la Cámara de Diputados, ligado a un déficit de 1.183 billones de pesos (60 mil millones de dólares), ante la recesión inminente técnica en los próximos trimestres de Estados Unidos, derivado del incremento de la tasa de interés en Estados Unidos, México tendrá que realizar lo mismo, para que los bonos que el gobierno coloca en las bolsas de valores, sean atractivos para poder apalancar el déficit presupuestario en 2023.
Resumen:
El crecimiento observado del mundo en el último trimestre, no significa un buen viento a favor para navegar. Es una brisa que indica que se aproxima una tormenta, y deberás afianzar las velas, tus reservas, y buscar un puerto para atracar, pero en donde tu moneda valga más.
El crecimiento no refiere solo al PIB, sino ahora, es un valor basura; si tienes consumidores comprando con una alta inflación, una balanza comercial con déficit alto, una moneda depreciada respecto al dólar, y no tienes divisas suficientes para poder cubrir la demanda que está solicitando por parte del consumidor, limitas las inversiones para proyectos de infraestructura, energéticos o apalancamiento por haber una tasa de interés alta para financiarlos.
Consideración en México a llevar a cabo en el mediano plazo:
Existe crecimiento, e indica que la gente sigue comprando con una inflación alta, limitando al mercado, al haber ofertas, y esta continuará mostrando resistencia a bajar, y ahora el consumidor, limitará el uso de créditos para apalancar inversiones o gasto directo, en el hogar en un periodo de tiempo, y el cual dependerá su intervalo, en función de cuánto será el momentum que tenga cada persona de su depresión económica individual, y dependerá del incremento del poder adquisitivo de cada persona, dentro de la población económicamente activa.
En México, el aumento del déficit dentro de la balanza comercial, deriva principalmente por la importación de combustibles ante la falta de producción de estos. Los cuales, podrían costar más de lo actual, si no existieran las divisas.
[1] https://twitter.com/economiaoil/status/1591446028397711360?s=20&t=siBBRhppwx99scQozab5KQ
[2] https://twitter.com/economiaoil/status/1591465853631201280?s=20&t=siBBRhppwx99scQozab5KQ
[3] https://twitter.com/economiaoil/status/1591465868273356800?s=20&t=siBBRhppwx99scQozab5KQ
[4] https://twitter.com/economiaoil/status/1591847091709825024?s=20&t=siBBRhppwx99scQozab5KQ