La sequía que prevalece en el país, en particular en los estados del norte podría afectar la generación y distribución de energía, consideró Fernando González Villarreal, coordinador técnico de la Red de Agua de la UNAM. No obstante, subraya que la prevención y cuidado del agua pueden garantizar el suministro de electricidad.
El también director del Centro Regional de Seguridad Hídrica, platicó con Factor Energético sobre el impacto del agua en la energía. “Hay una relación muy estrecha entre el sector hídrico, el sector de alimentos y el sector de la energía. Solamente para poder abastecer del vital líquido a la Ciudad de México, se requiere bombear desde el Sistema Cutzamala más de mil metros cúbicos, eso requiere alrededor de 3 mil millones de pesos en energía eléctrica cada año para traer el agua.”
Para poder abastecer de agua a la ciudad requerimos de electricidad. Y al revés, para poder suministrar de energía al sistema eléctrico se requiere del agua, dice el experto.
“Aproximadamente, el 10% de la energía que se genera en México viene de las hidroeléctricas, pero en las plantas de generación, en prácticamente todas tienen por un lado su combustible, gas, y por otra, el agua. Una planta regular tiene normalmente del orden de 200 a 500 litros por segundo de abastecimiento de agua para poder generar energía, entonces hay una relación muy estrecha entre una y otra.”
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), en México, 76% del agua concesionada se destina a usos agrícolas –agrícola, pecuario y acuacultura–; 15% al uso público urbano-doméstico y otros usos conectados a las redes de agua potable; 5% al uso no doméstico autoabastecido –industria, comercio y servicios–; y 4% a la generación de electricidad, excluida la hidroelectricidad.
Hidroeléctricas y sequía
El encarecimiento de los combustibles (fósiles) y las intermitencias de las energías renovables ha dado lugar a que las hidroeléctricas un papel más protagonista en la generación de energía, comenta González Villarreal, las renovables, tanto la solar como la eólica son intermitentes para poder suministrar el agua cuando no tenemos sol o viento, es muy importante tener hidroeléctricas.
“Hoy las hidroeléctricas están volviendo a tener un papel muy importante en el sistema eléctrico nacional, tanto que hay algunos programas para modificar las actuales para hacerlas más grandes y eficientes.”
Cuestionado sobre ¿cómo le hacemos con la actual sequía en las grandes presas? Responde: Hay dos maneras de enfrentar la sequía, primero las fuentes de abastecimiento y segundo los consumos, de tal manera que en la época de sequías bajamos nuestros consumos y los podemos recuperar una vez que pasa la época de sequía.
Prevenir en fuentes de abastecimiento
En el primer caso, la prevención, “debemos tener fuentes de abastecimiento de agua que nos permitan abastecer aún dentro de la sequía. Nuestro diseño siempre toma en cuenta que las sequías son normales y que va a enfrentar un sistema, por lo que debe estar preparado de antemano para poder enfrentarlas.”
Al respecto, recientemente director general del Centro Nacional de Control de Energía (CENACE), Ricardo Mota Palomino, descartó que el país tenga problemas de suministro de energía eléctrica por falta de agua derivado de las sequías de las últimas semanas.
Afortunadamente, “la mayor capacidad de hidro la tenemos en el Sureste y ahí se tienen las cosas controladas”. “Realmente donde está el gran almacenamiento es en el Sureste y en el Balsas y ese está trabajando en condiciones normales también.”
No obstante, Mota Palomino reconoció que si bien el sistema eléctrico está operando en condiciones normales, hay cierta preocupación porque la economía “está repuntando rápidamente”.
Destacó que derivado de la pandemia por el COVID-19, se presentó lo que llamó una “efervescencia” de nuevos proyectos de generación, por lo que en el país existe un sobreequipamiento de suministro de energía.
Uso personal del agua
Para el segundo caso, agrega, “los usuarios debemos estar conscientes de que hay años de sequía y debemos bajar el consumo personal del orden del 20% para ajustarnos.” En este punto, el especialista enumera 8 puntos para reducir ese 20% de consumo de agua:
1.-Arreglar fugas en nuestro hogar
2.-Contar con equipos eficientes en el consumo de agua como es el WC
3.- Utilizar regaderas que proporciones menos de 6 litros por minutos
4.-Darse baños de 5 minutos
5.-Usar las lavadoras con cargas completas, además de agua se aplica la eficiencia energética
6.- Implementar prácticas de economía circular, es decir, reciclar el agua en varios usos.
7.- Regar el jardín por la noche
8.- Cerra la llave cuando nos lavamos los dientes
El coordinador técnico de la Red de Agua de la UNAM, destacó que se necesita más consciencia en el uso del agua. “En ciudades de Estados Unidos, por ejemplo, se prohíbe en épocas de sequía regar los jardines, lavar patios, lavar un carro con manguera. Hacer mal uso del agua es un asunto que inclusive llega a penalizarse en algunas ciudades.”
México, aún lejos del reciclaje de agua.
González Villarreal explica que el reuso del agua lo estamos haciendo en general, pero mucho de ese reuso se hace para la agricultura, el problema es cuando tenemos la economía circular, es cuando el agua que sale después de usarse en una ciudad se trata y se regresa a la ciudad, eso se llama el consumo directo.
Lo que yo puedo hacer es tratar de cargar y volverla a usar, eso se llama consumo indirecto, ya tenemos tecnología para decir que toda el agua que yo uso en mi casa la pudiera tratar completamente y volverla a usar.
Sin embrago, “hay un factor sicológico que es muy complicado; y otro factor es que yo debo estar seguro de que ese tratamiento es efectivo 24horas al día, todos los días de todos los años, se requiere una mentalidad diferente y claro que los costos también son mayores.”
Por lo tanto, estamos todavía lejos de ese reciclaje, “en el mundo ya se hace. En México directamente para uso urbano no lo estamos haciendo todavía.”
Finalmente, subrayó que en el caso del uso de agua para la práctica del fracking utilizado para la extracción de petróleo, “no se requiere tanta agua como la que se piensa, lo que pasa es que hay que prevenir mucho la contaminación. Y la otra cosa hay que medir, siempre que hay este efecto hay que hacer las mediciones, pero en general el fracking es a profundidades mayores que la extracción del agua, pero hay interacción entre los dos.”