La inflación sigue aumentando hasta alcanzar un nuevo máximo de 40 años. A medida que las incertidumbres geopolíticas elevan los precios de la energía y los alimentos, el pico aún está por llegar. Sin embargo, es probable que un retroceso de la inflación subyacente ralentice la inflación a partir del segundo trimestre, dice David Alexander Meier de Investigación Económica, Julius Baer.
Recientemente recortamos a la baja nuestra expectativa para el primer aumento el 16 de marzo a 25 puntos base (pb), ya que la probabilidad de un aumento de 50 pb disminuyó. A partir de ahí, seguimos esperando aumentos adicionales de 25 pb hasta el 1.25% en las próximas reuniones de mayo y junio, antes de hacer una pausa cuando la inflación comience a retroceder.
Los datos del índice de precios al consumidor de EE.UU. del miércoles estuvieron ampliamente en línea con las expectativas, mostrando un aumento a una nueva tasa de inflación récord no vista desde 1982. La inflación fue impulsada principalmente por los precios de la energía y los precios de los alimentos que se dispararon debido al aumento de los riesgos geopolíticos en torno a la guerra en Ucrania.
Dado el continuo aumento de los precios de las materias primas energéticas y el rápido traspaso a los precios de la gasolina, así como a los precios de los alimentos en las últimas semanas, es seguro que en marzo habrá un nuevo aumento de la inflación general. Además de estos efectos de la crisis de Ucrania, es probable que los precios de los artículos que hicieron subir la inflación subyacente en el pasado, como los vehículos usados, continúen cayendo y la restricción general de la oferta debería disminuir aún más.
Es probable que la inflación se recupere en los próximos meses. No obstante, los responsables de la política monetaria se enfrentan al reto de equilibrar, en medio de grandes incertidumbres, los riesgos de inflación al alza y los obstáculos para el crecimiento derivados del aumento de los precios de la energía.
Si bien los riesgos limitan el espacio para que la Reserva Federal normalice rápidamente su política monetaria, la naturaleza exógena de este shock difícilmente hará que los responsables de las políticas retrocedan, sino que seguirán prefiriendo anclar las expectativas de inflación, aunque a un ritmo más lento. Recientemente recortamos a la baja nuestra expectativa para el primer aumento el 16 de marzo a 25 puntos base (pb), ya que la probabilidad de un aumento de 50 pb disminuyó. A partir de ahí, seguimos esperando aumentos adicionales de 25 pb hasta el 1.25% en las próximas reuniones de mayo y junio, antes de hacer una pausa cuando la inflación comience a retroceder.