De aprobarse la reforma eléctrica, se crearía un boquete en las finanzas públicas y la economía nacional, ya que implicaría sobrecostos de hasta 2 billones de pesos, advirtió Régulo Salinas Garza, presidente de la Comisión de Energía de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
En conferencia de medios, dijo que la reforma implicaría “un boquete en las finanzas públicas y la economía nacional. El costo de producción total subiría en al menos 60 mil millones de pesos anuales, 600 mil millones en una década y en conjunto, con un subsidio de 70 mil millones al año e inversiones adicionales que tendría que hacer CFE, el boquete entre 1.7 y 2 billones de pesos.”
Sostuvo que al día siguiente de la aprobación de la reforma todas las plantas de generación privada quedarían sin permiso de generar electricidad, lo que significaría quedarse sin el 60% de toda la energía.
“Carecerían de permiso para producir electricidad y cancelaría todos los contratos incluso contratos entre privados y privados; y de privados y CFE, incluyendo distribución; y como ahorita está redactada incluso ni los paneles en las casas se podrían porque la generación queda reservada para el Estado”.
Además, “va a faltar electricidad en un par de años, para unos años habrá regiones del país que no tengan suficiente generación, no tendrán energía, en dos o tres años se puede generalizar en el país, por la falta de inversión.”
El presidente de la Comisión de Energía de la Concamin, también señaló que como la CFE tiene costos de generación más caros que los privados y al obligarlos a comprarle, las empresas serán menos competitivas.
A esto se suma la apertura de paneles internacionales contra México porque los inversionistas buscarán proteger inversiones por 44 mil millones de dólares por confiscación y expropiación, lo que significaría una indemnización de entre 60 a 120 mil millones de dólares.
Por su parte, el presidente de la Concamin, José Abugaber, expuso que “obligar a las empresas a depender de una sola entidad para proveer electricidad, significaría un golpe a la economía nacional y a la salud, traerá cierre de empresas y mayores costos por un incremento en el precio de la energía eléctrica”.
El sector industrial realmente está preocupado porque “se pueden ir las inversiones, y eso le pega al gobierno, le pega a todos los mexicanos, le pega al empleo.”
Consecuencia catastróficos en varias industrias
Industria textil, minera y automotriz advirtieron consecuencias catastróficas en caso de aprobarse la iniciativa de reforma eléctrica como energía insuficiente y cara, pérdida de empleos, salida de inversiones, pérdida de la competitividad, entre otras.
El presidente de la Cámara Minera de México (Camimex), Jaime Gutiérrez, mencionó que la reforma genera incertidumbre para las empresas del sector al proponer que el Estado tenga la exclusividad de la exploración y explotación del litio, así como de “otros” minerales esenciales para la transición energética.
“Esto es un factor de incertidumbre para los inversionistas que pretenden desarrollar proyectos, (…) es importante aclarar que los minerales ya son propiedad de la nación así lo establece el artículo 7 constitucional.”
Por lo tanto, “debe suprimirse de la reforma el considerar otros minerales como esenciales para la transición energética, esto pone en riesgo no sólo a las operaciones mineras existentes y el abasto de minerales para otras cadenas de valor, sino el bienestar de más de 690 comunidades del país que dependen de esta actividad.”
Subrayó que el incremento de los costos de generación eléctrica podría volver económicamente inviables a una gran cantidad de proyectos mineros que son necesarios para el desarrollo del país, ya que más del 50% de los costos en minería provienen de energéticos.
“La minería en México ha tenido grandes impactos en materia de competitividad en los últimos años, hemos caído de una posición de número 11 al 42 como país atractivo para las inversiones, eso traído como consecuencia la fuga de capitales tanto nacionales como internacionales.”
Para el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), José Zozaya, la preocupación se centra en la producción de energías limpias en cantidades suficientes y a precios competitivos y la pérdida de puestos de trabajo, “estoy hablando de empleos bien pagados y no de salarios mínimos”.
“Vemos con preocupación que pudiera no haber financiamiento disponible, ni infraestructura y generación de energía limpia que permita atender la demanda en futuro cercano”. Si la CFE no tiene capacidad para generar energías limpias, tendría que elevar la de combustibles fósiles, lo cual resultaría en un incremento de 31% en el costo de la electricidad.
En tanto, Manuel Espinosa, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex), expresó que éste es un sector de uso intensivo de electricidad. Representa 8% del PIB manufacturero y genera 1.2 millones de empleos en el país.
Destacó que las marcas más importantes del mundo van en camino al uso de energía limpia en sus procesos, como un requisito. Lo primero que preguntan ¿si va a pasar la reforma?, cuando están pensando en invertir en México y por lo cual se detienen.
Al respecto, de contar con certidumbre el número de empleos en la industria textil pueden duplicarse, pero de aprobarse la reforma eléctrica la viabilidad de crecimiento está en entredicho.
Expuso que con el mercado eléctrico mayorista han tenido oportunidad de tener precios competitivos, pues la tarifa industrial de la CFE es más costosa que en Estados Unidos incluso se duplica.