Somos civilizados desde el momento en el que nuestra naturaleza dio muestra para crear una tribu, fomentar redes y desarrollar habilidades para resolver los retos de la vida. Sin embargo, el común denominador ha sido el importante rol que han jugado las mujeres para alcanzar el desarrollo de lo que hoy conocemos en el ámbito educativo, cultural, económico, jurídico, tecnológico, entre otros.
Frente a estos retos, las mujeres han tenido que desarrollar habilidades y características que les han permitido abrirse paso para impactar positivamente, en la productividad y rentabilidad de aquellos sectores que han sido de su interés, logrando resultados que han marcado precedentes en los sectores clave en el mundo. La Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en inglés) afirma que solamente hay un 22% de mujeres en el sector energético tradicional. Pese a estas cifras, la participación de las mujeres en el sector, y en especial en la transición energética, no solo acentúa los compromisos sociales, sino que refleja mayor rentabilidad y representa una gran conveniencia para todos. Así lo confirmó un estudio de McKinsey sobre América Latina, donde se descubrió que las empresas que cuentan con mayor representación femenina obtienen un rendimiento de 44% superior sobre las inversiones. Así mismo, los datos recabados por BloombergNEF tras analizar 11,700 compañías internacionales en el estudio “Gender Diversity and Climate Innovation” corroboran que las empresas con mayor participación de mujeres en sus consejos (30% o más) logran contener con 0.6% mejor el crecimiento de sus emisiones de carbono que aquellas sin presencia femenina.
Actualmente, las mujeres juegan un papel excepcional en el sector energético, tienen conocimientos valiosos y experiencias prácticas para contribuir a la resiliencia de la transición energética. Hemos logrado reconocer 8 habilidades y destrezas de las líderes del sector energético que se sugieren como base para hacer frente a los retos y oportunidades para las mujeres que quieren ingresar al sector energético y trazar un camino para desempeñarse encargos de gestión, jefaturas y dirección.
1. Conocimientos técnicos y normativos: Es básico que una líder del sector energético tenga un profundo conocimiento técnico de la generación, distribución y uso de la energía, debe estar familiarizada con las últimas tecnologías y tendencias en la industria, también, debe estar familiarizada con la regulación y las leyes que rigen el sector energético, dominarlas a nivel nacional y estar al tanto de las leyes internacionales, para así, ser capaz de tomar decisiones informadas.
2. Gestión financiera: Una líder del sector energético debe entender los aspectos financieros asociados con el negocio de la energía, como los presupuestos, los informes financieros y la gestión de inversiones. Sobre todo, alinearse a las tendencias globales y entender cómo impacta un reporte financiero bajo los criterios ESG y su capacidad para acceder a capital y/o atraer inversionistas a partir de estos.
3. Comunicación efectiva y networking: Las mujeres en el sector energético deben tener la habilidad de comunicar claramente de manera efectiva y persuasiva los objetivos y estrategias de la empresa, ya sea con miembros de su equipo, clientes o partes interesadas en el sector y saber cómo presentar información de manera clara y convincente. Por otro lado, el networking implica no sólo ampliar la red de contactos, sino tener la capacidad de mantener esas conexiones con el paso del tiempo, para lograr beneficios a lo largo de su carrera profesional.
4. Toma de decisiones objetivas: Se debe tener una perspectiva equilibrada, asertiva y una mente abierta al tomar decisiones importantes. Las grandes líderes del sector evalúan cuidadosamente todas las opciones y consideran el impacto de sus decisiones en la empresa, en el medio ambiente y los distintos grupos de interés (stakeholders).
5. Gestión de equipos: Las líderes en el sector energético han demostrado ser capaces de crear políticas organizacionales excepcionales; al contratar, entrenar y desarrollar el personal para apoyar los objetivos del negocio. Además, cuentan con excelentes habilidades de liderazgo, incluyendo la capacidad de administrar equipos grandes y diversos, saben cómo motivar, orientar a su equipo, crear un ambiente de respeto, colaboración, saben cómo impulsar la diversidad y la inclusión en su organización.
6. Pensamiento innovador y estratégico: Cuentan con una perspectiva innovadora y se centran en soluciones creativas para los desafíos en el sector. Están dispuestas a adoptar nuevas tecnologías y experimentar para encontrar soluciones más eficientes y sostenibles. Deben, saber identificar y aprovechar las oportunidades y desarrollar una estrategia clara para el éxito a largo plazo de la empresa.
7. Flexibilidad y adaptabilidad: Les permite identificar y abordar los problemas empresariales para resolverlos de manera efectiva. Se sienten cómodas en un entorno que cambia rápidamente, saben cómo cambiar de rumbo cuando sea necesario y cómo adaptarse a nuevas circunstancias, esto incluye tener la capacidad de identificar y abordar los desafíos técnicos, financieros y regulatorios.
8. Perspectiva global: Las líderes del sector energético han explotado las ventajas de desarrollar una mentalidad global, saben cómo trabajar en el entorno empresarial internacional, cómo identificar oportunidades en el mercado global y cómo trabajar con socios y clientes de diferentes países y culturas. Además, comprenden la importancia que tiene desarrollar la capacidad de sus colaboradores para influir en el mundo desde su trabajo en la empresa, y tornarse resilientes ante las tendencias globales y mostrar un gran sentido de responsabilidad sobre el impacto ambiental que tiene la industria energética en el mundo.
Este es un llamado a la acción para las empresas y todas aquellas mujeres interesadas en incorporarse al sector energético o cualquier otro. Hacen falta más mujeres con herramientas para fortalecer los grupos de liderazgo, aquellos, que toman el rumbo de la economía global.
Hay queenfrentar el mundo sin dejar de lado la posibilidad de impulsar el desarrollo sostenible y tomar iniciativa para resolver la transición energética con un sentido de urgencia. Necesitamos, mayor liderazgo y proactividad en acciones firmes hacia la colectiva, en las políticas públicas y privadas que consiste en identificar y considerar las necesidades de los usuarios, para pautar los umbrales sobre cómo hacemos uso de los recursos a nuestra disposición.
En conjunto, podemos implementar las mejores soluciones disponibles para abordar con responsabilidad no solo lo que la comunidad empresarial necesita para tener éxito, sino lo que respecta crear una nueva mentalidad que facilite la construcción del futuro y promueva el desarrollo de las nuevas generaciones.