Informe de la Reserva Federal
El pasado 31 de julio de operaciones abierto de la Reserva Federal de los Estados Unidos informó que ante expectativas de incertidumbre y de un panorama poco claro se mantienen las tasas de interés de referencia en el intervalo de 5.25 – 5.50%. La tendencia a la baja de estas tasas se dará en el momento en que “se consolide el crecimiento económico”, lo que no se ha logrado hasta ahora, pues en el segundo trimestre el crecimiento anualizado fue de 2.5% y la inflación fue de 3% en Junio (venía de 3.3% en mayo). Sin embargo, los riesgos inflacionarios se mantienen, ya que continua existiendo un exceso de demanda por una liquidez mayor a la necesaria en la economía norteamericana.
Asimismo la reserva Federal preveé que tanto el crecimiento como la inflación puedan alcanzar sus objetivos para finales de 2024. Y si los riesgos no aumentan por fenómenos internacionales, podría comenzar a reducir la tasa de interés de referencia.De ser así, podría reducir la tasa en 0.25% a finales de septiembre de este año.
Política monetaria en México
A consecuencia de que la Reserva Federal no movió las tasas de referencia se prevé que la Junta de Gobierno de Banco de México la tasa de referencia nacional. El balance de riesgos en México, es mucho más negativo que los de la economía estadounidense. En primer lugar, el repunte que ha mostrado la inflación en las últimas mediciones. En la primera quincena de Julio se reportó una inflación anualizada de 5.61% y una variación mensual de 0.71%, la medición de la segunda quincena de Julio podría llegar hasta el 6%.
Cabe destacar que los mayores aumentos provienen de los energéticos (gasolina y otros petrolíferos), de los alimentos y bebidas, y de las frutas y verduras. Estas últimas han rebasado el 30% de inflación anual. Esta inflación excepcional proviene -en parte al menos- de la excepcional sequía que sufre el país este año, y de la extorsión a productores por parte del narcotráfico.
En síntesis, la Junta de Gobierno de Banco de México no debería modificar la tasa de interés de referencia de 11% hasta el cierre de año. De otra manera, el balance de riesgos de la inflación podría empeorar rápidamente.