El presidente de la Cámara Minera de México (Camimex), Jaime Gutiérrez Núñez consideró como un mito las altas expectativas que se tienen sobre el litio, ya que hasta ahora no se tiene la certeza sobre su potencial y, en todo caso solo se podría extraer el 0.3% del mineral.
Al participar en el Foro 24 del Parlamento Abierto de la Reforma Eléctrica: Grandes productores y consumidores de electricidad, sostuvo que incluir en la reforma eléctrica cambios constitucionales para reservar el litio y minerales estratégicos, es parte de ese mito.
“Cuando se habla de 243 millones de toneladas de reservas de litio, solamente tienen .3% de litio”, ya que las toneladas corresponden al mineral del cual se debe extraer el litio, y como está en arcillas su procesamiento metalúrgico es más complicado y costoso, y con tecnología que no tenemos en la actualidad.
Dijo que la inclusión del litio en el artículo 27 constitucional y su redacción, dejan abierta la posibilidad de prohibir concesiones para minerales considerados estratégicos para la transición energética, pero las expectativas sobre este mineral no tienen bases firmes.
El primer mito es que no se puede hablar de una nacionalización de los recursos, ya que la propia Constitución establece que los minerales ya son propiedad de la nación; y se aprovechan bajo un esquema transparente de concesiones mineras, con la consecuente derrama económica, alta contribución fiscal y bienestar social para el país.
El segundo mito, se debe enfatizar que el litio no es igual que el petróleo, con él no se genera ningún tipo de energía en absoluto, solo es un medio para almacenarla.
El tercer mito son las altas expectativas sobre sus muchas posibilidades del litio en México. No se tiene la certeza de que exista este mineral en la cantidad y calidad suficiente para hacer económicamente rentable.
Y el cuarto mito es la presunta existencia de grandes yacimientos de litio. Con la información conocida hasta el momento, tanto de las empresas mineras, como de las autoridades en la materia como es el Servicio Geológico Mexicano (SGM), no es posible asegurar que exista un yacimiento en el territorio nacional que sea viable para su producción, al menos no con la tecnología actual.
El presidente de la Camimex, agregó que en México, el litio se encuentra contenido en arcillas, lo que provoca que su procesamiento metalúrgico sea más complicado y costoso; esta es una gran diferencia de lo que sucede en Chile, donde este mineral se encuentra en salares.
El largo proceso minero
También se refirió al largo proceso que implicaría la exploración y explotación de un yacimiento de litio, “quienes nos dedicamos a la minería y estamos familiarizados con el proceso, conocemos de las dificultades para aterrizar un proyecto, tan solo la etapa de exploración puede durar hasta 20 años con inversiones de varios miles de millones de dólares.”
Para ilustrar el esfuerzo, citó el caso de Uramex, un proyecto público que se creó para aprovechar el uranio en la energía nuclear, cancelado cinco años después. “A la fecha, nuestro país sigue sufriendo las consecuencias, hoy en México no se pueden explorar ni producir minerales radioactivos porque el Estado no tuvo los recursos necesarios para la inversión requerida ni abrió la participación a más actores, este mismo riesgo se corre con el litio.”
Explicó que, de cada 1,000 indicios de mineralización, 100 son susceptibles de exploración; de estos, 10 llegan a exploración avanzada y solo uno llega a una etapa de producción.
Gutiérrez Núñez dijo que también hay que considerar que, en los últimos 5 años, las inversiones en exploración han caído 60%. Aun así, la industria ha pagado en ese mismo periodo, más de 200 mil millones de pesos en impuestos, es el sector más regulado en materia fiscal, más que cualquier otra industria.
En ese sentido, “solicitamos respetuosamente que no se reserve para aprovechamiento exclusivo del Estado ningún mineral, (…) ya que causaría un gran daño e incertidumbre a inversiones potenciales y actuales”, no sólo del litio sino del sector en general, con lo que México perdería su potencial minero y generaría una reducción de ingresos por concepto de derechos, que en 2020 ascendieron a más de 6,000 millones de pesos.
Esto se sumaría a que México ha perdido competitividad en los últimos años el país ha caído de la posición 11 a la 42 como nación atractiva a las inversiones mineras, con fuga de capitales y su consecuente derrama económica.
Minería y Energía
El sector minero es minero necesita electricidad suficiente, limpia y a costos eficientes para poder contribuir al crecimiento económico, generar empleos y valor al país.
De acuerdo con el Balance Nacional de Energía del Sistema de Información Energética, la minería es la cuarta actividad industrial que más consume energía en México; más del 50% de los costos en minería derivan de los energéticos, por ello resulta fundamental que los costos sean competitivos.
Actualmente, la competencia en el mercado eléctrico es un incentivo para disminuir los costos en la generación de energía; en 2020, el consumo de energía de la industria minera afiliada a la Camimex fue de 10, 803 GWH.
Además, el sector minero tiene un compromiso con la sostenibilidad, su desarrollo se realiza con tecnología de clase mundial y altos estándares internacionales que la posicionan con importantes avances en la adopción de buenas prácticas hacia una minería sostenible.
Específicamente en el sector minero-metalúrgico se mantiene el compromiso de implementar las mejores prácticas y tecnologías disponibles para hacer un uso más eficiente de los energéticos en sus procesos productivos y con ello reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
En 2020, el consumo de energía eléctrica proveniente de fuentes limpias se incrementó del 14 al 31%.