Inteligencia Artificial (AI) requiere grandes cantidades de datos para su entrenamiento, a la vez que necesita de una gran cantidad de recursos computacionales y energéticos, incluso a medida que los modelos de IA se vuelven más complejos, sus requisitos de energía pueden aumentar.
Una consulta en ChatGPT consume 3 veces más energía que una búsqueda en Google. Una búsqueda de Google consume 0.0003 kWh, mientras que una consulta en ChatGPT entre 0.001 y 0.01 kWh.
OpenAI, compañía creadora de ChatGPT, asume que el consumo energético que requirió el entrenamiento de GPT-3 fue de hasta 78,437 kWh de electricidad.
El mayor impacto está en el consumo energético derivado del uso de esas tecnologías, así como en el consumo de agua, utilizada para enfriar los servidores dedicados a alimentar los diferentes productos y sistemas de la inteligencia artificial. Según datos de Google, en 2021 se consumieron 12,700 millones de litros de agua dulce en los procesos de refrigeración de sus equipos informáticos. Otro estudio estima que se consume al menos 1 litro de agua durante una conversación de 30 preguntas en ChatGPT.
Información: ChatGPT consume el triple de energía que Google