El Caballito Económico
José Luis Sosa
El 8 de septiembre de 2021 se presentará ante el nuevo Congreso de la Unión los Criterios Generales de Política Económica (CGPE-22) para 2022, la Iniciativa de Ley de Ingresos y el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación. En dichos documentos se mostrará el escenario económico para el próximo año, el cual parece mostrarse incierto, deprimente, y complejo.
En el CGPE-22 los datos que se presentarán seguramente serán diferentes de mis datos. Mis datos, pronostican un Producto Interno Bruto (PIB) de 4.2%, una inflación de 4%, tasas de interés en 5%, y un tipo de cambio alrededor de 22 pesos por dólar. En finanzas públicas, se proyecta para 2022 un déficit fiscal de 0.5% del PIB, un raquítico incremento en la recaudación del Impuesto Sobre la Renta y del Impuesto al Valor Agregado.
En el entorno internacional se prevé un aumento de la inflación a nivel mundial, una recuperación del empleo y una reactivación de la economía que se reflejará en un crecimiento global de 4.9%; la economía estadounidense crecerá 4.9%; Reino Unido 4.8%; Japón 3%; Canadá 4.5%; y la Zona Euro 4.3 por ciento.
En el caso de la inflación, para 2022 por el incremento en los commodities (productos agrícolas, mineros, combustibles fósiles, y los famosos microchips) propiciará una inflación en los países avanzados cercana al 2.1% y 4.7% para los países emergentes. Cabe señalar que este fenómeno inflacionario podría retroalimentarse debido a un aumento de la demanda externa por los países que quieren crecer más rápido.
Cabe puntualizar que, en el caso de los precios del petróleo, éstos podrían tener para 2022 una tendencia ascendente, aunque menor que la que registraron en 2021. Sin embargo, los carteles petroleros podrían registrar una reducción en la producción; lo cual propiciaría un aumento a precios cercanos a los 90 o 100 dólares por barril. También conviene señalar que el aumento en los precios del gas a nivel internacional podrían aumentar con celeridad debido a que se está contemplando que sea un sustituto del petróleo.
En el caso de la iniciativa de la Ley de Ingresos, que tendrá que aprobar el Senado de la República, tendrá que contemplar que ante un crecimiento moderado, la recaudación será más difícil si no tiene lugar una reforma fiscal que sea más equitativa y que deje de cargarle la mano a los contribuyentes cautivos. Por otro lado, el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2022 estará ocupado y preocupado con que los recursos alcancen para cubrir los programas de bienestar social del Gobierno de la República; en especial los relativos a salud, educación, pensiones, vacunas, y lo que sobre para cultura y medio ambiente. Cabe destacar que el gasto público deberá ser aprobado por la Cámara de Diputados, la cual se encuentra muy dividida en cuanto a los objetivos a alcanzar.
En conclusión, la política económica para 2022, sin moverle una coma, y de acuerdo a mis datos será el escenario más complejo y difícil para una economía que tiene una demanda externa fuerte y una demanda interna frágil.