México, continúa siendo un país incapaz de comprender, el cómo debe ser en el largo plazo, sigue siendo una sociedad que no utiliza la experiencia obtenida en el mundo económico, tecnológico o financiero.
No puede ser posible que estamos desaprovechando 5 décadas de conocimiento, adquirido por el mundo. La humanidad tuvo que pasar muchos siglos para el poder estar a donde está actualmente. Todos los que tenemos más de 50 años, debemos de estar orgullosos de pertenecer a las generaciones que observaron y tuvieron cambios radicales en la forma de conceptualizar la vida cotidiana en el planeta ante tantos avances tecnológicos, y que se basaron en riesgos financieros y económicos públicos o privados.
La inversión extranjera directa (IED) ha sido un pilar del desarrollo tecnológico, manufacturero, cultural, económico, y sobre todo de conocimiento, entre las diferentes naciones que están en la faz de este planeta. Solo aquellos que no han entendido, el dinero no conoce ideologías, no son capaces de migrar a una evolución dentro del mundo.
La IED, debe ser la causa de contradicción ante un nuevo posicionamiento de México en la comunidad mundial de manufactura, al realizar cambios en los tiempos y costos de logística para el poder estar cerca por parte de las empresas al mayor mercado mundial de consumo, Estados Unidos.
Estamos por cometer el mismo error de 1999, y solo estamos viendo una realidad virtual creada de autocomplacencia, y no una realidad basada en los hechos actuales.
A la firma del primer tratado que dio una apertura al mundo hace más de dos décadas, y sea como haya sido, esto generó un desarrollo económico en primera instancia, y seguido de un crecimiento a nivel país. Este tratado no tuvo efecto hasta después de 5 años del inicio de su vigencia, y esto principalmente por no contar con la energía necesaria, infraestructura, y mano de obra calificada para el poder ser concebidos como un soporte estructural de la cadena de valor de las empresas.
El primer desacierto que estamos dando lugar, y está cayendo en lo absurdo, es que hoy digan que los trabajadores mexicanos son parte del nearshoring, pues dista de la realidad. Seamos sinceros, estamos pensando en ellos, y las nuevas generaciones, al decir que México paga bajos salarios.
En el 2020 a la fecha, hemos visto un cambio radical en la estructura de costos de los productos manufactureros en su producción y envió a los mercados objetivos de cada uno de ellos. A donde, ha aumentado el costo de la logística, principalmente en el transporte, derivado del aumento en el costo de embarcaciones transoceánicas, impuestos para su introducción (aranceles), y la falta de aumento de los costos de los contenedores para asegurar las cargas. Esto creo, y continua en algunos lados, una congestión, puertos o centros de intercambios terrestres, dando como consecuencia el aumento de tiempos de entrega, y ocasionando, sobrecostos, al precio final del consumidor, ocasionando en muchos de los casos que influyeran sobre la inflación. Afectando esta condición, ha algunos países que dependen de sus importaciones para cubrir la demanda de su mercado interno[1].
Entonces aquí va la primera pregunta: ¿Por qué deben pagar al mexicano el mismo salario actual? La relocalización de las empresas, el objetivo primario de sus costos, significa reducir los costos para aumentar sus ventas, al estar más cerca del mercado de EUA, y aprovechar el tratado de libre comercio que permite cierta reducción de aranceles, al ser fabricados dentro de México.
Supongamos, el costo de producir y enviar a EUA, un producto manufacturado en China tiene un costo de 10 dólares. El cual está integrado de la siguiente forma: Mano de obra 3 dólares (México es de 1 dólar), el costo de transporte por barco y contenedor 4 dólares, costos de aduana (importación) 3 dólares. Pero al realizarlo en México, podría bajar un 50% el costo del transporte, y la aduana podría ser cero en algunos casos.
Esto podría, en este ejemplo hipotético, reducir hasta el 50% de los costos actuales que tienen las empresas. Entonces, por qué no podrían aumentar los salarios en el sector manufacturero del país bajo condiciones adecuadas que no afecten tanto al consumidor final. Recordemos que el TMEC puede ser un facilitador para llevar a cabo lo anterior, debido que en el artículo 23.12 en la Cooperación en la parte laboral, en el inciso J, en el párrafo ii, y que indica “desarrollar herramientas analíticas y de cumplimiento relacionado con salario igual por trabajo igual o por trabajo de igual valor”. Recordemos la mano de obra de México, está calificada y certificada, y al aumentar los salarios de acuerdo al trabajo, dejaríamos de tener una alta migración hacia nuestro vecino del norte.
Pero el segundo problema, y el más grave. México ha dejado de invertir en sector energético en la parte privada, pero ha aumentado la pública.
Hoy la IED, está perdiendo fuerza. Mucha política en México, y sin energía, no habrá nearshoring.
En 2022, la inversión en energía, presentó una contracción de alrededor del 51% respecto al año anterior. A donde, la más afectada fue en la generación de electricidad[2].
La IED en generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, ha caído seis veces, comparado con la más alta en 2018[3]. El Nearshoring, incrementará la demanda de energía eléctrica. Si o No. ¿Quién invertirá para cubrir esta demanda? Existen más de 83 MW instalados en plantas de generación de electricidad, pero tenemos una red de transmisión y distribución, y que, en algunas horas pico, presentan congestión para mover la electricidad, incrementando los costos en algunas regiones de una alta demanda y pobre infraestructura.
La IED en energía, antes del 2012[4], no pasaba en promedio de los 1,000 millones de dólares en forma anual, hoy puede observar, con datos de la Secretaría de Economía, un crecimiento entre 4 a 5 veces. Pero la tendencia, es a la baja, actualmente.
En el total de la IED de México; el sector energético tiene tendencia en promedio entre el 9 a 11% de 1999 a 2022[5]. Con la reforma energética del 2012 a la fecha, ha fluctuado entre el 15 a 20%. El 2022, fue solo del 7%, el más bajo en la última década.
En el total de las principales inversiones extranjeras directas de México, el sector energético ocupa el tercer lugar hoy día. Siendo el primero el manufacturero, y segundo por el financiero. Antes ocupaba el séptimo lugar.
Ante esta realidad, el Nearshoring está soportado en tenerlo para un largo plazo, o simplemente nos pasará lo mismo que China[6], siendo que este país en los últimos 18 años, la demanda de energía per cápita aumentó hasta cuatro veces. ¿No podría suceder en México?
Entonces, si la energía no es suficiente, y sus costos se incrementa para poder generar los productos por las empresas, de que sirve la reducción de costos de logística al re-localizar las empresas en México, y esto podría, cancelar, el posible aumento del salario a las personas que integran a la cadena de valor en cada producto que pueda ser vendido en EUA.
Volveremos al inicio de 1999 en 2024, al no estar preparados, aunque hoy en día lo estamos. Pero ahora con una visión, sin rumbo; por ser un país de ciclos de vida social, política, económica, financiera y ahora de energía.
Pobre México con el Neashroing, solo vemos el crecimiento y no el desarrollo económico de las personas.
[1] https://twitter.com/economiaoil/status/1668083795285667840?s=20
[2] https://twitter.com/economiaoil/status/1666488174896447488?s=20
[3] https://twitter.com/economiaoil/status/1666488179971481611?s=20
[4] https://twitter.com/economiaoil/status/1666488177362608129?s=20
[5] https://twitter.com/economiaoil/status/1666488187269570568?s=20
[6] https://twitter.com/economiaoil/status/1667160575283978243?s=20