Organizaciones ambientalistas pidieron al gobierno de la CDMX, un cambio radical en la gestión del agua y el saneamiento, así como medidas integrales para la recuperación de la Cuenca del Valle de México para evitar que esta situación se agrave debido a la emergencia climática.
El colectivo, integrado por más de 30 organizaciones sociales, movimientos urbanos y redes, que trabaja por la recuperación de la cuenca afirmó que la situación es particularmente grave hoy, que las presas del Sistema Cutzamala se encuentran al 50% de su capacidad.
El Sistema de Aguas de la Ciudad de México y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) anunciaron que, desde el 16 de mayo y hasta el 31 de diciembre, se reducirá el suministro en 13 municipios del Estado de México y 12 alcaldías de la capital, lo que equivale a reducir el abasto de agua en el orden de dos mil 400 litros por segundo en comparación con el año anterior.
Este año se prevé que sea caluroso y seco, por lo que las organizaciones señalaron que con la emergencia climática, los periodos de sequía y la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos se agravarán.
De ahí la urgencia de avanzar en el diseño e implementación de un Programa General de Manejo Socioambiental de Cuenca, con medidas que incluyan la restauración de suelos de conservación para una adecuada infiltración, la regeneración y conservación de los ecosistemas asociados al ciclo del agua (como son los bosques, ríos, manantiales, humedales, lagos, lagunas), el tratamiento y reuso de aguas grises y la revisión y mejora de los órganos de gobernanza que garanticen la participación ciudadana informada, equitativa y sustantiva, entre otras medidas propuestas en su agenda colectiva.
Las organizaciones firmantes solicitaron abrir espacios de participación ciudadana adecuados, así como garantizar el acceso a información pública actualizada, accesible, y sin discriminación en los temas de interés público, como lo es el manejo socioambiental de la Ciudad de México, permitiendo garantizar el involucramiento de las personas y las comunidades en la planeación de políticas públicas de la gestión del agua.