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Análisis
México tiene ante sí profundas oportunidades a medida que empresas con y sin operaciones existentes en el país norteamericano participan en una nueva ronda de inversiones de nearshoring.
Los bajos costos y la proximidad geográfica al mercado más grande del mundo hacen de México un destino casi ideal para el nearshoring, aunque persisten algunos desafíos. La dependencia energética y la infraestructura de transmisión de México son desafíos clave que impiden que México se convierta en un centro de nearshoring.
En lo que respecta a la producción y generación de energía, México depende en gran medida del gas natural importado de Estados Unidos y tiene una capacidad renovable limitada. Por el lado de la transmisión, la infraestructura se concentra en corredores industriales que surgieron después del establecimiento del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994. Sin embargo, estos corredores están saturados y requieren más infraestructura de transmisión , dijo la consultora independiente Rosanety Barrios a S&P Global Commodity Insights. .
La competencia de otros destinos de nearshoring, como Vietnam, es otro desafío para el futuro de México como centro de reshoring. Vietnam tiene costos laborales y puntajes de riesgo operativo más bajos que México, pero la proximidad de México a Estados Unidos ayuda a equilibrar eso.
Pero, ¿qué está impulsando esta nueva ola de inversiones en nearshoring y cambios en la cadena de suministro?
Varios factores geopolíticos desempeñan papeles importantes. Las cadenas de suministro de todas las industrias se están ajustando no solo a los impactos de la COVID-19 y la guerra en Ucrania, sino también a las disputas comerciales entre Estados Unidos y China y la renegociación del TLCAN que resultó en el Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá.
Rafael Amiel, director de economía para América Latina y el Caribe de S&P Global Market Intelligence, dijo que el nuevo acuerdo da a México acceso preferencial al mercado estadounidense y aumenta reglas de origen más estrictas para presionar a las empresas a aumentar la producción en América del Norte.
México también cuenta con varios activos demográficos que atraen a las empresas. La disponibilidad de fuerza laboraldel país, por ejemplo, es atractiva para las empresas que buscan relocalizarse, ya que la edad promedio en México es 29 años, según Emily Crowley, economista principal del equipo laboral de Precios y Compras de S&P Global Market Intelligence.
Si bien existe la oportunidad, la infraestructura de generación y transmisión de energía de México alrededor de los corredores industriales requiere trabajo para permitirle aprovechar plenamente los beneficios de convertirse en un centro de relocalización.